En el taller sobre repelentes de insectos, que impartió María José Cachafeiro, de La Botica de Teté, el pasado 25 de julio en el Espacio 360º, aprendimos 8 cosas fundamentales sobre las picaduras del mosquito, ese insecto tan molesto que, con la llegada del verano, se instala entre nosotros atraído por las altas temperaturas, los climas húmedos y las aguas estancadas. Apuntadlas, serán de gran ayuda.
¿Por qué nos pican los mosquitos?
Nos pican las mosquitas y lo hacen para alimentarse de nuestra sangre. Gracias a ella llevan a cabo su ciclo reproductivo y ponen los huevos que darán lugar a más mosquitos.
¿Qué enfermedades nos pueden transmitir?
En nuestro entorno viven un montón de insectos y artrópodos que nos pueden picar, pero el mosquito común o Culex es el que pica con mayor frecuencia. Los mosquitos, según su tipología, nos pueden transmitir las siguientes enfermedades:
- Aedes albopictus (mosquito tigre): dengue y chikungunya.
- Aedes aegypti: dengue, fiebre amarilla, chikungunya y zika.
- Anopheles gambiae: paludismo o malaria.
- Culex pipiens: virus del Nilo Occidental.
No todos responden de la misma manera a los productos repelentes, por eso a la hora de comprarlo, es importante saber sobre qué género de mosquito ofrece protección y cuál es el más eficaz.
¿Por qué la zona se inflama y pica?
La mosquita nos inocula:
- Un anestésico, para evitar que nos enteremos y pasar desapercibida.
- Sustancias anticoagulantes y vasodilatadoras, para que la sangre le llegue en buena cantidad y muy líquida.
- Otras sustancias irritantes.
La picadura o habón se produce por el efecto irritante de las sustancias que nos inyecta, de la vasodilatación y de la puesta en marcha de nuestras defensas, que desencadenan la reacción inflamatoria.
Al rascarnos, esparcimos esas sustancias por lo que aumenta el hinchazón, la irritación y el picor. Es un círculo vicioso al que es difícil resistirse.
¿Cómo tenemos que tratar la picadura?
En primer lugar, debemos lavar la zona con agua y jabón. Después, aplicar un producto con amoniaco o bicarbonato justo después de la picadura. A continuación, poner hielo para aliviar la inflamación y calor. Si llegamos tarde y ya hay picor, enrojecimiento e inflamación, existen productos que alivian los síntomas como:
- Sticks, pomadas o lociones antihistamínicas.
- Otros productos anti picor como parches, roll-on, crema, …
Si la reacción es muy fuerte o las molestias continúan debemos acudir al médico.
¿Por qué pican más a unas personas que a otras?
No es porque unos tengamos la sangre más dulce que otros, como suele decirse.
Los mosquitos se ven atraídos por el olor corporal potenciado por la transpiración de la piel. A más olor, más posibilidades de que nos piquen.
El dióxido de carbono que desprendemos al respirar, el ácido láctico, el amoniaco, el calor…, son otras de las pistas que les dejamos para que nos piquen.
Son el propio metabolismo, la higiene corporal y la química del cuerpo los que hacen que una persona atraiga más o menos a los mosquitos.
Las mujeres embarazadas, que exhalan un 21% más de dióxido de carbono, y los deportistas al aire libre son víctimas habituales debido al aumento del calor corporal, el sudor y la activación del metabolismo.
¿Cómo evitar las picaduras?
- Eludir los sitios y las horas en que los mosquitos pican: antes y después de la puesta de sol y antes de que amanezca.
- Instalar mosquitera en puertas y ventanas y mantenerlas cerradas, especialmente en zonas tropicales.
- Usar camisas de manga larga y pantalones largos, de color claro.
- Usar mosquitera al dormir al aire libre. Proteger especialmente a los bebés y niños.
- No dejar recipientes con agua (ceniceros, platos de macetas, bebederos de mascotas…)
- Usar repelentes.
- Rociar con insecticida el jardín, las habitaciones o alrededor de las ventanas puede ayudar, pero los mosquitos volverán cuando el efecto del rociado desaparezca.
¿Qué tipo de repelentes existen?
Clásicos: son una opción segura y la más económica en relación efectividad/precio.
- DEET: es el repelente más estudiado y utilizado. Constituye el estándar de referencia de los repelentes recomendados por la OMS. Es eficaz para la mayoría de especies de insectos y arácnidos.
- Icaridina: idóneo para garrapatas, mosquitos y moscas.
- IR3535: Activo contra los mosquitos, garrapatas y las moscas que pican.
De origen natural:
- Citrodiol: se obtiene de un tipo de eucalipto (Eucalyptus citriodora) que genera un compuesto químico con capacidad repelente.
- Aceite esencial de citronela: menos efectivo. Hay que reaplicarlo con frecuencia. El efecto de los repelentes con formato pulsera es inferior a los de uso directo sobre la piel.
Eléctricos:
- Ultrasonidos: imitan el sonido del mosquito cuando se quiere aparear, lo que ahuyenta a la hembra que ya está fecundada (que recordemos es la que nos pica). No hay evidencia científica suficiente sobre su eficacia.
- Dispositivos con pastilla o líquido cuyo activo se libera al estar enchufados. Eficaces contra moscas y mosquitos. Debemos encenderlos 30 minutos antes de estar en la habitación.
Precauciones especiales si viajamos al extranjero
Si viajamos a destinos con elevado riesgo de transmisión de enfermedades por picadura de mosquito (como dengue o malaria), debemos:
- Usar repelentes con concentraciones de DEET sobre el 50% o con IR3535 al 30%. Si lo usamos con protector solar, primero el protector y luego el repelente.
- Utilizar repelentes para la ropa: fórmula magistral a partir de permetrina.
- Vestir SIEMPRE ropa larga: pantalones, manga larga y calcetines.
- Utilizar mosquiteras en puertas y ventanas.
- Evitar zonas de aguas estancadas.
- Usar ropa de colores claros.
- Evitar productos con olores fuertes: colonias, champús, geles.
- Extremar la higiene corporal.
- Utilizar ventiladores.
¡Mantengamos los mosquitos a raya para disfrutar plenamente del verano y de las ansiadas vacaciones!