¿Consumes fruta fresca habitualmente? Si quieres tener una alimentación equilibrada y saludable, no puede faltar en tu cocina un surtido de frutas de temporada, como el melocotón, la nectarina o la fresquilla. Sus propiedades te ayudarán a sentirte bien y a mejorar el estado general de tu organismo.
¿Melocotón, fresquilla o nectarina?
Muchas personas confunden habitualmente estas tres frutas, que tienen mucho en común: son refrescantes, ligeras e, incluso, tienen un aspecto parecido. Además, todas ellas tienen un alto contenido de vitaminas, agua, fibra y minerales. Te explicamos sus diferencias básicas.
El melocotón amarillo tiene una carne aterciopelada, muy sabrosa y perfumada. Se digiere, además, muy fácilmente. Es muy apreciado tanto como fruta de mesa o para la realización de postres. Incluso se usa en platos salados como acompañamiento.
La nectarina es una variación del melocotón, que surge de su injerto con la ciruela. Es muy apreciada por los consumidores por su sabor refrescante y un punto ácido. También se caracteriza por tener una pulpa jugosa y un punto crujiente. Se diferencian por su piel lisa y de color más intenso que el melocotón. Si las vas a comprar, es importante que las elijas firmes y sin manchas en la piel.
Por otra parte, se conoce como fresquilla al melocotón rojo. Destaca por su gran cantidad de agua, su piel fina y aterciopelada y la pulpa jugosa y sabrosa.
Propiedades nutricionales
Melocotones, fresquillas y nectarinas son frutas dulces pero poco calóricas, gracias a que la mayoría de su peso es agua. Merece la pena destacar su cantidad de fibra, vitaminas y minerales, muy recomendables para el organismo.
Además de las vitaminas del grupo C y B, merece especialmente la pena destacar el aporte de los siguientes nutrientes:
– Carotenos. El color amarillo anaranjado de este tipo de frutas indica su elevado nivel de carotenos, que el organismo transforma en vitamina A. Esta vitamina es esencial para la vista, la piel y el sistema inmunitario. La nectarina todavía contiene más carotenos que el melocotón.
– Potasio y magnesio. Estas frutas son ricas en potasio, un mineral capaz de regular el agua del organismo, y ayudar en el funcionamiento del corazón y del sistema nervioso. El magnesio, por su parte, es bueno para el funcionamiento de músculos, nervios e intestino. También tiene efecto calmante y laxante.
– Selenio. Este mineral es un potente antioxidante que cuida del sistema cardiovascular e inmunitario.
– Zinc, un excelente antioxidante que ayuda a la inmunidad.
Beneficios en el organismo
Tomar nectarinas o los dos tipos de melocotón no solamente te aportará los nutrientes necesarios para tu organismo. También tiene otros efectos beneficiosos:
Ambas frutas son fáciles de digerir y tienen un importante efecto colerético. Es decir, ayudan a producir bilis, lo que ayuda al funcionamiento del hígado y de la digestión de las grasas.
También son ricas en ácidos fenólicos, sustancias de importante efecto antioxidante que son capaces de neutralizar los radicales libres.
Igualmente, los melocotones y nectarinas contienen una gran cantidad de potasio y poco sodio. Por lo tanto, son adecuados para personas con problemas de corazón e hipertensión.
¡Apuesta por la fruta fresca en tu dieta y come un melocotón cada día!