Lo primero que dejamos de hacer cuando estamos a dieta es comer pan. Y si echamos la mirada atrás podremos ver cómo hace unos años su consumo por habitante era mucho mayor. ¿El motivo? Pues que se ha generalizado la creencia de que el pan engorda. Sin embargo, la obesidad no se relaciona nunca con la ingesta de un alimento. Te lo explicamos.
Una dieta equilibrada
El pan es, en su mayoría, hidratos de carbono. Esto quiere decir que es un alimento con una alta concentración de calorías. De ahí que mucha gente cuando quiera estar a dieta lo primero que se quite de encima sean los hidratos. Incluido el pan. Sin embargo, si planeabas hacer esto hay primero una serie de cosas que conviene que sepas.
El secreto de cualquier dieta está en el equilibrio. Y esto también en lo que respecta a los hidratos de carbono. La fórmula secreta reza que un cuarto deben de ser proteínas, otro cuarto hidratos de carbono y el resto frutas y verduras. Por lo tanto, efectivamente existe un espacio natural para comer algo de pan.
Otro argumento a favor de su ingesta lo puedes comprobar en sus múltiples propiedades. En primer lugar se trata de una fuente evidente de energía. Es decir: imprescindible para llevar a cabo tus actividades en la vida diaria. Por otro lado, aunque el pan tenga un alto índice calórico, esto no significa que sean calorías vacías. A cambio te aporta una buena cantidad de vitaminas y de nutrientes esenciales, destacando aquellas del grupo B, que se relacionan estrechamente con la vitalidad y la energía.
Cómo comer sano con pan
Hay maneras de que este alimento forme parte de la dieta de una forma coherente y equilibrada. Y el secreto está en el relleno que se vaya a utilizar esté correctamente repartido a lo largo del día.
Por ejemplo, una buena manera es emplearlo en las comidas. No hay que mojar la salsa ni que acompañarlo con otros carbohidratos, como por ejemplo la pasta o el arroz. Pero sí en las ensaladas, o con un filete.
También es un desayuno excelente, si lo acompañas de algo de embutido blanco y de aceite de oliva. Si aparte añades un zumo de naranja o algo de fruta será especialmente completo.
En la cena también se puede emplear como un buen recurso. Un pequeño bocadillo y una ensalada o una pieza de fruta ayudan a que repongas una buena dosis de la energía que has perdido a lo largo del día. Eso sí, aquí tienes que controlar el tamaño, ya que tampoco puedes comer demasiada cantidad.
Finalmente, trata de combinarlo con verduras o con embutidos blancos, para así juntarlo adecuadamente con vegetales y con proteínas.
En conclusión, comer pan de una manera saludable es posible, siempre y cuando sepas cómo hacerlo. Esta guía te ofrece unos consejos para eliminar el falso mito de que el pan engorda, y para que aprendas cuál es la mejor manera que hay de comerlo y que así disfrutes de este delicioso bocado.