Sabemos lo delicados que son los bebés una vez que nacen, su constitución en plena formación y madurez pasa una serie de etapas más prematuras en las que la piel también se ve afectada. Es aquí donde juega un papel fundamental la cosmética infantil y el uso de los productos cosméticos adecuados para cada edad.
Aunque ya de por sí la piel de los bebés huela bien, siempre queremos mejorarla y cuidarla como es debido. No debemos olvidar que la piel adulta no es lo mismo que la infantil y que, por eso, la cosmética en niños se debe elegir a conciencia, sabiendo qué productos son los más aconsejados y útiles para su piel. Te contamos todo lo que debes saber sobre este tema.
La diferencia entre la cosmética de niños y la de adultos
Como ya venimos diciendo, la piel de un niño, sobre todo en su época más prematura, es muy diferente a la del adulto. Entre sus principales características, que le dan esta diferenciación, se encuentran:
– Lo que se denomina el estracto córneo no está desarrollado al 100%. Esto hace la piel más fina y sensible. Por ello, la piel de un bebé pierde más agua y calor que la de un adulto.
– Del mismo modo ocurre con la protección que aporta, mucho menor que en las pieles maduras. Esto sucede porque no desarrollan completamente los mecanismos defensivos de la piel.
Consejos de uso de los productos cosméticos infantiles y la protección de su piel
Ahora bien, para el correcto funcionamiento y cuidado de la piel de nuestros niños es adecuado protegerla lo máximo posible y tener en mente los siguientes cuidados:
– Bañar a nuestro bebé a diario con jabón específico para ellos, con un pH equivalente a sus necesidades. Es conveniente evitar los neutros o los de manzanilla y avena, ya que pueden provocar sequedad en su piel.
– La crema tras el baño es muy importante. Esencial aplicarlas sobre las zonas más resecas, incluso varias veces al día y evitar todas aquellas que tengan un exceso de perfume o coloración.
– El talco o los aceites minerales en la piel mejor no. Hay cremas y bálsamos específicos para estas zonas del pañal. Los polvos de talco que se han usado durante generaciones tienen un efecto contrario al que, desde hace años, se ha transmitido. Resecan la piel de los bebés, sobre todo en la zona más íntima. El constante movimiento del bebé de sus piernas hace que el talco rompa su piel y la irrite. Además, baja sus defensas dermatológicas. Mejor usar aceites que eviten el roce y mantengan la humedad de la piel.
– Toallitas también adecuadas para ellos, evitando irritar la zona del pañal y secándola bien.
– Debemos evitar el contacto de la piel del niño con agentes que puedan dañarla.
– Evitar productos que, en su composición, contengan corticoides. Esto se debe a su efecto tan potente.
– Lo más importante: tener en cuenta la características específicas de la piel de nuestro bebé para poder dar con los productos de cosmética adecuados.