Llegan las buenas temperaturas y con ellas la operación bikini. ¿Llegas un poco tarde un año más? ¡No pasa nada! Aún estamos a tiempo de sumarnos a una filosofía healthy que es más importante que tener el peso a raya. Pese a eso, y como ya has empezado a hacer deporte, aún estamos a tiempo: no des la operación por perdida.
Eso sí, atento a la alimentación que debes llevar ahora que has empezado a hacer ese ejercicio tan esencial para ponerse en forma. Alimentación que no solo incidirá en una pérdida de peso controlada y saludable, sino que te ayudará a que los resultados del ejercicio sean más efectivos. Llega la hora pues de esa operación para ponernos en forma, pero también la de tomar nota de lo que tendremos que comer.
La filosofía healthy, indispensable para tener un cuerpo 10
Esta filosofía es muy simple: una dieta sana para un cuerpo sano y una mente en las mismas condiciones. Una ecuación en la que no puede faltar algo de ejercicio. En este sentido, debes saber que si estás empezando no tienes de qué preocuparte: no hará falta machacarse en el gimnasio.
Será mejor que te fijes unos objetivos asequibles antes que empezar muy fuerte y dejarlo muy pronto. Algunos expertos aseguran que caminar una hora al día se considera un buen ejercicio para empezar.
Una hora al día es más que suficiente o una cifra de pasos – que podrás medir con tu dispositivo móvil – que oscile entre los 8.000 y 10.000 pasos. Cifras que se deben ajustar, por supuesto, al estado físico y de salud de cada uno.
Para completar esta filosofía debemos hablar de comidas. Pero no de dietas, sino de hábitos saludables. Hábitos que introducir ahora con el inicio de esa puesta a punto y que mantener a lo largo del tiempo. Unas cuantas pautas o rutinas que instalar para perder el peso que nos sobra y para potenciar los resultados de los ejercicios.
Adiós a las dietas milagro, hola a los frescos de calidad
Una de las premisas que vamos a llevar a cabo en esta filosofía healthy es que no vamos a seguir ninguna dieta milagro. Dietas que desequilibran nuestro organismo y que acaban provocando un efecto boomerang indeseable.
En lugar de aplicar esas dietas restrictivas en exceso, vamos a apostar por ejemplo por la sustitución en nuestra dieta de alimentos procesados por frescos de calidad.
La importancia del desayuno
Desayunar como reyes, comer como príncipes y cenar como mendigos es un buen refrán. Excelente para empezar a hablar de la comida más importante del día: el desayuno. No hay que pasar hambre, para nada. No hay que saltárselo bajo ningún concepto, sino todo lo contrario: no solo vamos a desayunar una vez, sino que lo haremos dos.
Así vamos a empezar con un café con leche semidescremada y edulcorante. Un poco de pan con aceite y tomate será el mejor de los acompañamientos, cuando también podremos añadir una loncha de embutido bajo en grasas. La fruta o los lácteos (1 yogurt) los dejaremos para media mañana.
La comida
Nada de comer hasta hartarnos. Para adelgazar y para poner nuestros cuerpos a punto tenemos que ingerir menos calorías de las que quemamos durante el día.
Trataremos de llegar a la hora de la comida con el apetito a raya después de haber comido a media mañana. Es importante beber mucha agua para hidratarte y para conseguir estar saciado.
Ensaladas o verduras y las proteínas, ya sean las de una carne de pollo o ternera o de un pescado, será la combinación de esta comida. Juega con todo tipo de verduras y controla las cantidades. Eso sí, si la ensalada lleva huevo, atún u otras proteínas ese día tendrás que renunciar a la carne o al pescado.
Estos alimentos podrán ser sustituidos por arroz, pasta o legumbres, siempre libres de grasas, dos o tres veces en semana.
Las cenas
Las cenas siempre tienen que ser ligeras. Algo de verdura, una crema de verduras, carne o pescado a la plancha siempre serán los grandes aliados de esta comida, que debe ser la más frugal de todas.
La fruta antes de hacer ejercicio
Debes saber que las frutas son grandes fuentes de fructosa: el azúcar natural encargado de alimentar nuestras células. Un nutriente esencial, pero que ahora que te has puesto manos a la obra con tu forma física debes comer siempre antes de hacer ese ejercicio.
Así, si vas a andar a las ocho, por ejemplo, te puedes comer esa fruta en la merienda. Si vas a andar a media mañana, entonces será precisamente en el segundo desayuno cuando debas comer esa fruta.
Cinco comidas al día
No debes saltarte ninguna de ellas. La media mañana y la merienda consistirán en una fruta o en un yogurt. Combínalo como quieras, siempre teniendo en cuenta el consejo a la hora de comer fruta.
Los hidratos coincidiendo con el ejercicio
Antes te hemos aconsejado comer arroz, legumbres y pasta tres veces en semana. Procura que esto suceda con los días en los que haces ejercicio. Si, por ejemplo, vas dos veces en semana al gimnasio, haz coincidir esas comidas con esos días.
Errores en las comidas cuando se comienza con el ejercicio
Dejar de comer es el más común de todos. Debes comer cinco veces al día, olvidar los alimentos procesados y apostar por los frescos de calidad. Pensar que puedes comer más porque estás haciendo ejercicio es el otro error en el que tampoco debes caer.