El queso fresco es uno de los alimentos más ricos en propiedades. Suele gustar a todo tipo de personas y sorprende por su adaptabilidad a todo tipo de recetas. A continuación, repasaremos cuáles son sus ingredientes, así como algunas recetas divertidas. Todo sea por renovar tu forma de cocinar fácilmente.
Ingredientes del queso fresco
Los ingredientes del queso fresco son, básicamente, leche entera, agua, cuajo y sal. Cada opción que encuentres en el supermercado te permitirá escoger el nivel de sal o de grasa. Lo que nadie pone en duda es que es un alimento idóneo para reforzar el estado de salud. Su aporte de calcio y de minerales ayudará a tu organismo a afrontar cualquier problema de forma exitosa.
Recetas divertidas con queso fresco
Si te gustó nuestra tarta de queso fresco, las siguientes recetas te permitirán disfrutar de un gran sabor mientras sonríes:
– Ratoncitos. Corta el queso en rodajas finas. Dale la forma de un ratón. Con un tomate cherry cortado por la mitad puedes hacer los ojos. Añade cualquier especia como la pimienta negra o el orégano para rematar el diseño.
– Palitos de queso. Necesitas una taza de harina, media de queso rallado, 100 gramos de mantequilla derretida, 4 quesos frescos pequeños, una yema de huevo y sal. Mezcla los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea. Métela en la nevera durante media hora. Amasa, pinta con la yema batida y al horno hasta que se doren.
– Galletas de queso. Solo necesitas comprar galletas saladas, cubrirlas de queso y meterlas al horno. La textura y el sabor son muy recomendables para personas de todas las edades.
Recetas con queso fresco para perder peso
Las siguientes propuestas te ayudarán a adelgazar y a nutrirte de forma correcta:
– Ensalada de lentejas y queso fresco. Usa las lentejas cocidas que vienen ya preparadas. Enjuágalas bien y reserva. Prepara una ensalada con ellas. Añade unos dados de queso, olivas verdes y negras, aceite de oliva y sal.
– Tostada de queso y aguacate. Corta una rebanada gruesa de pan integral o de cereales. Cubre con láminas de aguacate, tomate y tiras de lechuga. Añade queso fresco y al horno, a 150 grados encendiendo solo la parte de abajo. Remata con un poco de aceite de oliva y orégano.
– Berenjenas gratinadas. Solo tienes que cortar las berenjenas por la mitad, vaciar su interior con una cuchara y hacer un sofrito con tomate y pimiento. Vuelve a rellenar, cubre con el queso y gratina a 100 grados durante cuatro minutos.
Recetas nutritivas con queso fresco
Para conseguir la energía necesaria para afrontar tu día a día apuesta por estas dos recetas con queso fresco:
– Rollitos de salmón y verduras. Es una opción muy versátil, ya que puedes añadir verduras de temporada. Se te recomienda que uses espárragos, champiñones, pimiento y tomate. Solo tienes que hacer el rollito a tu gusto y añadir queso y especias. Delicioso.
– Tortilla rellena de verduras y queso. Debes preparar una tortilla francesa en una sartén bastante amplia. Posteriormente, la rellenarás de hojas de espinaca, espárragos, pimiento, tomate y queso. Envuelve el relleno y a disfrutar.
Recetas con queso fresco para el almuerzo
La comida más importante del día podría estar protagonizada por estas recetas:
– Canelones de setas y queso fresco. Se preparan como los tradicionales, pero son mucho más ligeros. Se aconseja usar setas como los níscalos o rovellones para ganar en textura. Córtalas a dados pequeños tras haberlas pasado unos minutos por la sartén. Añade queso al gusto. Rellena los canelones y cubre de bechamel y de queso. Gratina en el horno durante 5 minutos a 120 grados.
– Ensalada de pollo, verduras y queso fresco. Corta una pechuga de pollo en tiras y dóralas en la sartén. Escoge distintos tipos de lechuga, rúcula, tomate, pimiento, cebolla y especias para completar la ensalada. Añade el pollo y el queso, y aliña. Sorprendente.
Recetas con queso fresco para la cena
La cena ha de ser siempre la comida más ligera del día, pero no por ello hay que descuidar su aporte nutricional. Estas opciones pueden ser idóneas:
– Espárragos con jamón y queso. Apuesta por los espárragos trigueros; de no estar en temporada puedes usarlos en conserva. Debes dorarlos ligeramente en la sartén. Colócalos en una bandeja para horno y cubre con una loncha de jamón de York y con queso. Gratina y a comer.
– Queso fresco con piña. Esta fruta te ayudará a eliminar las toxinas acumuladas durante el día. Solo tienes que cortarla en dados, igual que el queso. Usa siempre piña fresca y no en almíbar. La combinación de sabores es idónea para disfrutar de una cena tan básica como exquisita.
– Calabacín con queso. Puedes cortar el calabacín en rodajas finas y cubrir con láminas de queso fresco. Dos minutos en el horno serán suficientes para poder apreciar la textura y el sabor de esta deliciosa combinación.
– Queso fresco al horno. Corta algunas cuñas de queso y colócalas en una fuente de horno. Tres minutos a 180 grados es suficiente. Añade aceite de oliva y orégano para completar el resultado final.
Como se ha podido comprobar, el queso fresco puede convertirse en el ingrediente estrella de grandes platos. Su sabor neutro lo convierte en la base idónea de todo tipo de propuestas. Y su textura se amolda con facilidad a cualquier preparación. Además, aporta nutrientes esenciales que te permitirán tener una salud mucho más resistente ante las posibles enfermedades que pudieras contraer.