La cerveza es una bebida de una popularidad indudable. No falta en ninguna celebración, encuentro con amigos o un domingo por la tarde para relajarse. Es un añadido que garantiza el disfrute y una charla animada. ¿Y sabes cuál es la mejor forma de disfrutarla? Tomándotela en casa, donde eres quien decide el cómo y el cuándo. ¡Apunta los consejos que te ofrecemos desde masymas supermercados!
Empezar por un buen servicio
Seguro que tienes un tipo de cerveza preferida… Puede que sea una rubia más tradicional, una negra irlandesa con cuerpo, o una refrescante de trigo. Para empezar con buen pie necesitas una copa adecuada, que te permitirá captar las tonalidades y guardar el aroma. Esta debe tener una forma cóncava y cerrada, pero con un labio abierto hacia el exterior. Además, procura no utilizarla para degustar otras bebidas; así evitarás el cruce de sabores.
Si tienes en mente una reunión con tu grupo de amigos, ten preparadas tantas copas como personas vayan a beber cerveza. Tira cada caña en el fregadero, en especial si es la primera vez. Así no mancharás ningún mueble, lo que te ahorrará unos minutos de limpieza. Asimismo, procura que la copa esté fresca para que se desarrollen bien los sabores al oxigenarse en el exterior.
La temperatura de la cerveza
La temperatura es otro factor que no debes descuidar. Deja las botellas en la nevera y siempre puestas de pie. ¿La razón? Eso favorecerá una correcta sedimentación de la levadura en el fondo del recipiente. A la hora de servir, además, lo ideal es mantener la bebida entre los 5 o 6 °C. Aunque ten en cuenta que estas cifras son recomendaciones: habrá cervezas que pueden necesitar más o menos calor para sacar a relucir todo su potencial.
Si quieres unas cifras más precisas, las cervezas oscuras necesitan estar templadas, las de carácter fuerte piden frío y las más claras pueden servirse entre 12 o 14 °C. Siguiendo estas indicaciones, cada una de las bebidas dejará sentir sus sabores y aromas sin problemas, lo que hará que la velada sea aún mejor.
La presentación
No basta con que tengas la copa perfecta para la cerveza y una temperatura controlada: la presentación es un punto importante. Por ejemplo la corona, esa capa de espuma que le da un toque único a esta bebida, no puede faltar en ningún momento. Sería una falta grave, ya que la experiencia se vería mermada y se perdería gran parte de la magia que rodea a una buena birra.
Conseguir la corona ideal requiere práctica… Pero estás en tu casa, si metes la pata no habrá críticas y puedes repetir las veces que haga falta. Toda una oportunidad que no puedes dejar pasar. Así que empieza por colocar la lata o botella perpendicularmente a la copa y deja que la cerveza caiga hacia el centro del recipiente. Mantén la botella alta y relájate; si te pones tenso acabarás por echar la bebida por todas partes, ¡y después te tocará limpiar!
El proceso de la cata
Ya que estás en casa, puedes realizar una pequeña cata de las cervezas que hayas adquirido. El primer paso que tienes que dar es dejarte embaucar por su aroma. Es fácil: acerca la copa a la nariz e inspira profundamente. Cada matiz debería abrirse paso a su ritmo, lo que te permitirá registrar cada uno de ellos. Además, si has optado por un recipiente de boca abierta al exterior, la nitidez de los olores será aún mayor.
El siguiente paso consiste en beber un sorbo de la cerveza y paladearlo. Esto te dará una primera información de sus sabores, que serán confirmados con otros tragos más largos. Lo tendrás más fácil con las variantes oscuras, ya que estas se sirven a baja temperatura y eso provoca que tanto los sabores como los aromas sean más sencillos de identificar.
El acompañamiento
La cerveza te provee de una gran experiencia por sí sola, pero es posible potenciarla todavía más. Un poco de picoteo es el acompañamiento perfecto, además de una película a la altura o una serie interesante. Una solución sencilla y recurrente son unas patatas con al menos tres salsas. Prueba una de queso, una picante y un buen guacamole, por ejemplo.
Otra opción podría ser unas alitas de pollo rebozadas y cubiertas de salsa barbacoa. Harán las delicias de tus acompañantes, pero ten en cuenta una cosa: en poco tiempo no quedará ninguna. Una alternativa sólida son unos frutos secos, cuyo toque salado combina sin problemas con el sabor de la cerveza. Y si quieres algo de mayor entidad, apuesta por la pizza que más te guste. Estás en tu propia casa y las reglas y los límites solo los pones tú. ¡A disfrutar!
El ambiente
Degustar de una buena cerveza y algunos aperitivos necesita de un buen ambiente. Puedes optar por uno relajado: siéntate en el sofá frente a una maratón de series o películas y deja que el tiempo transcurra apaciblemente. Sin prisas ni apuros. Tú, la bebida que más te gusta y tu grupo de amigos. Sin duda, una tarde de ocio que disfrutar de principio a fin.
Por otro lado, un partido de tu equipo favorito también es un buen momento. Como con la cerveza, solo tienes que elegir el que más te guste y tenerlo todo listo justo antes de que empiece la competición. ¡Estarás preparado para pasar unas horas de diversión en la mejor compañía!
Como ves, disfrutar de una cerveza en tu hogar no es complicado. Solo necesitas un poco de preparación, una cerveza a la altura, un buen grupo de amigos y la actividad que más os guste hacer juntos. Pasaréis unas horas de lo más divertidas sin los problemas que acaba suponiendo el griterío a vuestro alrededor en muchos bares o restaurantes. ¡Es un plan perfecto para los fines de semana! La cerveza es una de las compañeras más socorridas para este tipo de reuniones. Eso sí: recuerda consumirla siempre con moderación.