Los postres típicos asturianos destacan por su tradición y gran sabor. Representan una parte de la gastronomía de la región que quizás no es tan conocida, lo cual es imperdonable. Desde los frixuelos a la leche frita, cada uno de ellos merece más de un bocado. ¿Conoces ya los mejores?
Los frixuelos
Es uno de los dulces típicos asturianos por excelencia. Son muy similares a las crepes francesas, aunque más finos. Hacerlos en tu hogar no te va a suponer un problema, ya que se elaboran a partir de harina, leche y azúcar. Eso sí, a la hora de comerlos no hay nada escrito. Puedes consumirlos sin nada encima, con chocolate, un poco de membrillo o mermelada.
Su sencillez es uno de sus puntos más fuertes, tanto en su factura como en su apariencia. Una sola sartén y un litro de la masa te darán para bastantes frixuelos. Además, son una merienda que no te va a dejar indiferente y puedes elaborarlos en cualquier momento del año.
Arroz con leche
El arroz con leche es unos de los dulces típicos asturianos más conocidos. Su elaboración requiere de tiempo para que la leche ligue y adquiera una consistencia de crema. Sin embargo, el resultado merece mucho la pena. Tendrás un postre que consumir a lo largo de varios días, siempre que lo guardes cubierto en la nevera. El sabor es uno de sus puntos fuertes, ya que es una combinación única.
La leche, el arroz, la canela, el limón y el anís se funden como no verás en otra elaboración. Además, en Asturias es frecuente requemar la parte superior, lo que crea una costra caramelizada que añade un toque crujiente. Ten en cuenta que estás ante un postre de orígenes humildes. Se utilizaba para conservar tanto la leche como el arroz.
Boroñinas
Las boroñinas son uno de los dulces típicos de Pravia, una localidad con una larga historia. Se trata de unas galletas elaboradas con harina de maíz y avellanas. Su sabor es intenso y la consistencia esponjosa. Te permite disfrutar de la magia que hay en la gastronomía asturiana. Todo gracias a la riqueza que ha acumulado Pravia a lo largo de los siglos.
Casadielles
Las casadielles se elaboran a partir de una masa de harina de trigo rellena de nueces, azúcar y anís. Su forma es similar a la de un tubo de unos 15 centímetros. Si quieres probar un auténtico clásico gastronómico, este es uno de los ejemplos que no debes olvidar. El sabor que te deja en la boca es inolvidable gracias a una combinación única de ingredientes.
La masa, tras freírla, se vuelve crujiente y tiene una textura similar a la del hojaldre. Además, según algunos historiadores, el origen de este postre data de la época romana. Serían un descendiente de los llamados nucatus, los cuales se elaboraban con harina, miel y nueces. Tenían forma de cajita, la cual se parece bastante a la actual.
Moscovitas
Estas galletas son uno de los mayores reclamos de Oviedo, ciudad que las vio nacer. Son una creación de la familia Gayoso, la cual sigue elaborándolas mientras mantiene en secreto su receta exacta. Su sabor es delicioso, son muy finas, de textura crujiente y combinan el chocolate con las almendras. Si eres un amante del dulce, no te las puedes perder.
El origen de las Moscovitas es todo un misterio, ni siquiera los Gayoso lo conocen a ciencia cierta. Hay quien dice que la receta llegó a Asturias en manos de un niño de la guerra que regresó con ella en una muñeca matrioska. También se establece una conexión entre el confitero que las diseñó y una visita en Moscú. En cualquier caso, es uno de los postres más destacados, así que no te atrevas a perdértelo.
Carbayones de Oviedo
Otro dulce tradicional elaborado en la capital asturiana. Los Carbayones asturianos se hacen a partir de una masa fina de hojaldre, rellena de almendras, una capa de dulce de yema y un glaseado con claras. Su forma es rectangular y alargada, aunque su tamaño es pequeño. A la masa se le aplican solo tres pliegues, lo que le confiere un ligero crujiente.
Este postre nació en la confitería Camilo de Blas, una de las más antiguas de Oviedo. La idea original nació de la mente de José de Blas, quien buscaba un dulce para acompañar a las Duquesitas. Así podría llevar ambas creaciones a la primera Feria de Muestras de Asturias, que se celebró en Gijón en 1924. También quería representar a todos los ovetenses con sus elaboraciones.
Carajillos del profesor
Fueron ideados en el café La Casa del Profesor en la localidad de Salas. Se elaboraron por primera vez en el año 1918 a modo de celebración de la Primera Guerra Mundial. En aquella época, el local era propiedad de Falín, quien era hijo del anterior propietario: el Profesor. Fue una persona importante, la cual llegó a dirigir la banda de música local y era muy querido.
El postre consiste en una pasta elaborada con avellanas. Su textura crujiente y sabor te permitirán disfrutar de un café como nunca antes.
Marañuelas
Son un postre típico de la Semana Santa en las comarcas de Candás y Luanco. Se elaboran a partir de harina de trigo, azúcar, huevo, mantequilla clarificada y ralladura de limón. Su aspecto es similar al de un pequeño bollo con cuernos y ambas localidades se disputan su origen. Además, tiene un papel especial en las tradiciones de ambos lugares.
Se elaboran en el domingo de Pascua y es tradicional que los padrinos los regalen a sus ahijados a cambio de la palma del día de Ramos. Suele acompañarse de una pluma natural o de un pequeño botijo.
En definitiva, estos son algunos de los postres típicos asturianos que debes probar. Como has visto, son muy variados y en ocasiones hunden sus raíces en la tradición de regiones concretas de Asturias. Cada uno de ellos es una pieza única de la historia y la riqueza gastronómica, la cual debemos cuidar y mantener para que siga deleitando paladares. Para elaborar estos postres, te ofrecemos todos los ingredientes en masymas supermercados. ¡Ven a vernos!