Como diría aquella canción del año 2002: el verano ya llegó. Y como todos los años, lo hace con calor. Un calor diferente según en la zona en la que estés eso sí, pues no tiene nada que ver el verano canario con el asturiano, o el murciano con el de Galicia.
Las predicciones meteorológicas de los expertos en la materia anuncian un verano de 2022 mucho más caluroso de lo normal. El aumento de la temperatura año tras año debido al calentamiento global es una realidad más que demostrada. No hacen falta profundos estudios científicos para ver que cada vez hace más calor y eso puede traerá consecuencias nada positivas para nuestro ecosistema.
Pero centrándonos en este verano que recién estrenamos y sabiendo que se avecinan unos meses de gran calor, debemos tener claro qué debemos comer para combatir las altas temperaturas.
Conocer los alimentos que mejor regulan nuestro calor corporal es la clave para llevar esos días de bochorno y termómetro por encima de los 30 grados un poco mejor.
El sudor como punto clave
El ser humano suda. Y lo hace más en verano. Estas dos obviedades son la clave para combatir el calor en verano y todas las decisiones que tomamos respecto al sudor determinarán si pasamos un día de calor mejor o peor de lo normal.
Nuestro cuerpo tiene un sistema de defensa para combatir el calor: la transpiración. O lo que es lo mismo, la acción de sudar. Cuando la temperatura de nuestro cuerpo alcanza un nivel excesivo se activan todos los sistemas relacionados con la sudoración para enfriar el cuerpo. Además, el sudor tiene otra función clave que es la de eliminar toxinas del cuerpo a través de la piel.
Pues bien, si no ayudamos a nuestro cuerpo a evaporar el sudor y hacer que lo enfríe pasaremos mucho más calor. ¿Cómo podemos hacer para transpirar bien? Pues lo primero es disponer de ropa adecuada para el verano; es del todo fundamental no llevar demasiada y la que elijamos que ayude al cuerpo a transpirar. Y lo segundo es beber agua, ya sea bebiéndola o en alimentos, es la mejor amiga del cuerpo para recuperar todos los líquidos y nutrientes que el cuerpo pierde al sudar.
Qué comer en verano
La época estival es la temporada donde el consumo de fruta se incrementa de forma natural. Y dentro de la fruta, la sandía y el melón son los dos grandes protagonistas.
Y no es para menos pues son dos de las frutas que más agua contienen y eso es fundamental en verano. El agua nos ayuda a evitar la deshidratación que se puede producir al sudar en demasía en momento puntuales.
Además del melón o la sandía, otra fruta que llevan una gran cantidad de agua en su interior son las fresas. Aunque pueda no parecerlo, tiene la misma proporción de agua que la sandía y más que el melón. Además, es un gran aporte de calcio y de fibra lo que nos ayuda a saciarnos de forma más natural y rápida.
“Todos tenemos en mente una buena barbacoa cuando pensamos en el verano. Pero tiene tres aspectos que son muy negativos para combatir el calor. Por un lado, la carne, que no es un alimento muy recomendable en días de mucho calor; por otro el alcohol, que se suele relacionar muy estrechamente con estos eventos, pero que nos deshidrata muy rápido; y por último, estar mucho rato al sol, bien se preparando la parrilla o comiéndola, no es muy recomendable en pleno verano.”
El pomelo es otra fruta que contiene mucha agua, así como el melocotón, la piña, la naranja o la ciruela. Esta última es muy baja en calorías y tiene altos niveles de vitaminas, además de hacer nuestras digestiones más ligeras.
El picante puede ser un aliado
El enemigo de mi enemigo es mi amigo. Con esta frase tan peliculera se puede demostrar que el picante viene bastante bien para combatir el calor del verano. Aunque pueda resultar contradictorio a priori, las consecuencias de comer algo picante son positivas para el organismo cuando la temperatura que nos rodea es muy alta.
Solemos pensar que un helado o una ducha fría nos ayuda a combatir el calor. Nada más lejos de la realidad. La verdad es que sí, cuando comemos algo frío o nos damos un ducha con agua fresca la temperatura corporal baja, pero lo hace rápida y puntualmente y al cabo de unos pocos minutos el cuerpo regula esa bajada y perdemos todo lo ganado. En cambio, y siguiendo el ejemplo de la ducha, si optamos por el agua caliente el cuerpo se activará para bajar ese aumento de temperatura incluso después de salir del baño, lo que nos dará una sensación de menos calor más tiempo.
Volviendo a la comida, introducir comidas picantes en nuestra dieta los días de más calor no es malo, todo lo contrario. Igual que con el efecto de la ducha con agua caliente, puede que al principio no sea lo más agradable, pero en poco tiempo el cuerpo comenzará a sudar al estimular la circulación sanguínea, lo que nos ayudará a equilibrar la temperatura.
Frutos rojos y ensaladas
Todo alimento que ayude al cuerpo a que circule mejor la sangre es bueno para combatir el calor. Es el caso de las moras o frambuesas, buenos frutos para disminuir la presión arterial.
Por otro lado, los ingredientes que normalmente llevan las ensaladas tienen un alto nivel de agua, lo que nos ayuda, y mucho, a poder llevar un poco mejor cualquier día caluroso. La lechuga, el tomate, el rábano o los pimientos pueden ser tus aliados en este verano.
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