El traslado a Benjamín Ortiz

En el año 1969 entraría a trabajar en el almacén una persona que habría de convertirse en historia viva de la empresa: Ramiro, quien estaría como empleado de Luis Rodríguez y de sus herederos durante cincuenta años. En el negocio que él conoció al entrar como pinche en el almacén solo había dos vendedores: Gerardo Rodríguez –el segundo de los hijos de don Luis– y Alberto Menéndez ‘Moloni’. En la oficina estaban el propio Luis Rodríguez y el menor de sus hijos, Juan, que no solo se dedicaba a trabajos administrativos, sino que, cuando ponía la bata, era como un mozo de almacén más, o un chofer si tenía que coger el camión. Además, era el comprador, el que ponía los precios y el que llevaba, en definitiva, la administración cotidiana de la empresa.