Hoy día la importancia de los lácteos es innegable si queremos disfrutar de una dieta equilibrada y saludable. Hay muchos tipos de productos derivados de la leche animal que debemos conocer para aprovecharlos en nuestra dieta.
Solamente con los tipos de lácteos fermentados, como el yogurt o los quesos, podríamos hablar horas y horas. La industria láctea ha evolucionado mucho en las últimas décadas, ofreciéndonos ricos y saludables productos para nuestro día a día.
Una evolución que nace, sin lugar a dudas, en los primeros asentamientos del neolítico, donde nuestros antepasados nómadas empezaban a asentarse en pequeñas poblaciones donde comenzarían a domesticar animales salvajes como cabras, ovejas y, más adelante, vacas.
¿A qué se debe la importancia de los lácteos?
Nuestra especie lleva miles de años consumiendo productos lácteos. Empezamos con la leche de animal y con el paso del tiempo supimos sacarle más partido a un alimento polivalente y con muchas alternativas. Si llevamos tanto tiempo teniendo en nuestra dieta a los lácteos, es porque nos ayuda a tener una dieta equilibrada.
Y una dieta equilibrada es la base de un estilo de vida saludable. Los lácteos son esenciales, en este caso, por aportar numerosos nutrientes importantes como el cuidado del cuerpo.
Entre los motivos por los cuales debemos considerar la importancia de los lácteos en nuestra dieta, los siguientes son los más relevantes.
Fuente de calcio
Los lácteos son una fuente rica en calcio, un elemento necesario para el buen desarrollo y mantenimiento de los huesos y dientes. La leche, el queso o el yogur, aportan mucho calcio en su consumo.
Si consumimos lácteos con regularidad, podemos ayudar a prevenir enfermedades relacionadas con los huecos, como la osteoporosis, un problema que debilita y los huesos.
Ricos en proteínas
Las proteínas son necesarias para el crecimiento y reparación de los tejidos del cuerpo. Los productos lácteos tienen altos niveles de estos elementos básicos para nuestro cuerpo, las cuales contienen los aminoácidos esenciales que necesita el organismo.
Añadiendo los lácteos a la dieta, construimos y mantenemos los músculos en buen estado.
Vitaminas y minerales
En los lácteos encontramos numerosas vitaminas y minerales, como la vitamina D, la B12 o el potasio, por ejemplo.
La vitamina D favorece la salud ósea y facilita la absorción de calcio. Mientras que, la vitamina B12 nos ayuda con la formación de glóbulos rojos y permite que el sistema nervioso funcione bien.
Con el potasio podemos mantener una presión arterial saludable y ayudamos al cuidado del corazón.
Peso saludable
Al aportar proteínas y calcio, nos sentiremos más saciados y satisfechos al consumir lácteos. Esto nos permite reducir la cantidad de alimentos que ingerimos en el día, lo cual favorece el control del peso.
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¿Qué tipos de productos lácteos hay?
Aparte de conocer la importancia de los lácteos, tienes que saber cuáles son los tipos de lácteos que encontrarás cuando te acerques a su masymas de confianza.
Los productos lácteos elaborados en nuestra región son un referente de la gastronomía. En Asturias, gracias a su entorno y fauna únicas, existe una gran oferta de productos lácteos muy importante, donde los quesos son su principal baza. La mancha quesera asturiana es la zona de Europa con mayor diversidad de quesos, la mayoría de ellos elaborados de manera artesanal siguiendo las tradiciones ancestrales de las gentes asturianas.
Pero empecemos por el principal producto lácteo: la leche. Pues es un producto rico en vitamina D y calcio, con proteínas y nutrientes esenciales para la salud y fortalecimiento de los huesos.
La leche se puede comprar entera, desnatada o semidesnatada, entre otras muchas alternativas que han ido creciendo con el tiempo para satisfacer las necesidades de los consumidores.
En masymas supermercados, tienes una gran variedad de leche para que elijas la que más te guste. También puedes comprar infinidad de tipos de yogur. Este alimento lácteo fermentado posee una excelente fuente de probióticos, calcio y proteínas. Los probióticos son bacterias que favorecen la salud intestinal, evitando el estreñimiento, los gases y la hinchazón.
Antes ya lo hemos mencionado, pero está claro que hay un lácteo que no debe faltar en una dieta equilibrada: el queso. Producto que, por su aporte de proteínas y calcio, así como de sodio y grasas, es excelente para nuestra dieta. Asturias es el paraíso del queso, disfrútalos en masymas supermercados.
Siguiendo con los derivados, la mantequilla es otro alimento procedente de la leche. Es rico en grasas saturadas, por lo que debes consumirla con moderación. Así se aprovecha su aporte de vitamina A, esencial para la salud ocular y para el sistema inmunitario.
Lo más importante con los productos lácteos es que se deben consumir con moderación y combinados con alimentos saludables para disfrutar de una dieta equilibrada y variada.
¿Cómo añadir los lácteos a la dieta?
Para disfrutar de una vida más sana, es esencial conocer la importancia de los lácteos, pero también aprender a cómo consumirlos de la forma adecuada, para obtener al máximo los beneficios que ofrecen.
Lo primero es elegir productos lácteos que sean bajos en grasas saturadas y en azúcares añadidos. Con respecto a la cantidad que se debe consumir en una dieta equilibrada, lo mejor es consumirlos de dos a tres al día.
Otra manera de consumir los lácteos de manera equilibrada es combinarlos con comidas. Por ejemplo, se puede añadir yogur a los batidos o usarlo como un ingrediente en salsas o cremas.
¿Qué hago si soy intolerante a la lactosa?
Las personas intolerantes a la lactosa son aquellas que tienen dificultades para digerir el azúcar presente en los productos lácteos. Esta condición puede causar síntomas como dolor abdominal, diarrea y náuseas después de consumir productos lácteos.
Para evitar estos problemas, las personas intolerantes a la lactosa deben buscar alternativas alimentarias que no contengan lactosa.
Por suerte, hoy en día existen muchas alternativas para las personas intolerantes a la lactosa. Una opción popular es la leche sin lactosa, que es leche tratada con una enzima que descompone la lactosa en azúcares más simples que son más fáciles de digerir. Otras alternativas incluyen leches vegetales como la leche de soja, de almendras, de avena y de arroz. También hay muchos productos lácteos sin lactosa, como el queso, el yogur y la mantequilla que han evolucionado a las necesidades actuales de las personas con este problema alimenticio. Hoy en día y gracias a los avances en la industria, las personas intolerantes a la lactosa pueden disfrutar de una dieta saludable y equilibrada al elegir estas alternativas lácteas.