Los superalimentos son un tipo de alimento que ha aumentado, de forma considerable, su popularidad en los últimos años. No es, sin embargo, un término reconocido por la comunidad científica o de nutricionistas debido a que no existe un criterio específico para determinar qué son. De todos modos, se trata de productos claves para una dieta variada y saludable y de ahí que se salgan de los estándares normales, por decirlo de alguna manera.
¿Qué es un superalimento?
Los superalimentos, pese a no ser un grupo específico, son aquellos que contienen una gran cantidad de nutrientes, como antioxidantes y vitaminas, que ayudan a reducir el estrés oxidativo del organismo.
Aquí te puedes preguntar: ¿qué son los antioxidantes? Pues son moléculas naturales que se encuentran en algunos tipos de alimentos y que contribuyen a neutralizar los radicales libres. Y, rizando el rizo, quizá te preguntas qué son los radicales libres. Si nunca has oído hablar de ellos, has de saber que son productos derivados de la producción de energía que pueden causar grandes daños en el organismo.
De ahí que hablemos de la importancia de los superalimentos, ya que incluirlos en una dieta es, sin duda, una buena idea para disfrutar de buena salud a largo plazo. Por lo que los expertos recomiendan combinarlos de distintas maneras.
Ejemplos de superalimentos que te sorprenderán
Existe una amplia cantidad de alimentos que se pueden agrupar en esta categoría. Muchos seguro que forman parte de tu compra semanal en masymas supermercados, pero aquí te damos más detalles de por qué se consideran superalimentos.
Vegetales de hojas verdes
Los vegetales con hojas de color verde oscuro son una excelente fuente de distintos nutrientes como el ácido fólico, el cinc, el calcio, el hierro, el magnesio, la vitamina C y la fibra. Si se consume con bastante regularidad, tienen un alto potencial de reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas como pueden ser las cardíacas o la diabetes.
Tienen, además, niveles elevados de compuestos antiinflamatorios que ayudan en muchas situaciones complicadas para el cuerpo.
Entre estos vegetales se encuentra la col rizada, la acelga y la espinaca, entre otros. Se puede incluir en platos como las sopas, las ensaladas y los batidos.
Bayas
Las bayas son una gran fuente de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Su concentración nutritiva reduce el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca y otras afecciones inflamatorias. Pueden, además, contribuir en el tratamiento de trastornos digestivos.
En esta categoría se encuentran las frambuesas, las fresas y los arándanos, por ejemplo. Los puedes consumir como parte de un desayuno nutritivo, un batido o incluso pueden incluirse en una ensalada. Son un tipo de alimento versátil y muy fácil de combinar.
Té verde
El té verde es una bebida de origen chino que posee una baja concentración de cafeína y diversas propiedades medicinales. Es rico en antioxidantes y compuestos con efectos antiinflamatorios. Se especula que tiene capacidades de proteger al organismo frente a enfermedades crónicas y, además, puede ser útil como una herramienta para perder peso
Legumbres
Las legumbres son una clase de alimento vegetal entre los que se encuentran las lentejas, los guisantes y otros. Son considerados superalimentos porque están cargados de nutrientes y desempeñan un papel clave en la prevención de enfermedades varias.
Las legumbres son una fuente de vitamina B, proteínas y fibra. Las investigaciones realizadas muestran que ofrecen diversos beneficios para la salud, como un mejor control de la diabetes tipo 2 e incluso una reducción de la presión arterial y el colesterol.
Nueces y semillas
Las nueces y semillas son un complemento ideal para una dieta al contener fibra, proteínas y grasas saludables. También tienen una variedad de compuestos vegetales con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que protegen al organismo. Además, se cree que tienen un efecto protector contra las enfermedades que afectan al corazón.
En esta categoría se encuentran las almendras, las nueces, las semillas de calabaza y de girasol y muchas más.
Ajo
El ajo es una fuente eficiente de vitamina C, B6, selenio y fibra. Es un ingrediente popular que tiene un sabor único. Ha sido utilizado durante siglos por sus beneficios medicinales. Según las investigaciones realizadas en el ámbito alimentario, puede ser eficaz para reducir el colesterol al igual que para controlar la presión arterial.
Aceite de oliva
El aceite de oliva es un producto que se extrae del fruto del olivo, la aceituna. Añadirlo a una dieta puede reducir la inflamación y el riesgo de desarrollar algunas enfermedades cardíacas.
Jengibre
El jengibre es la raíz de una planta utilizada en China. Es utilizado, además de por su sabor, por la gran cantidad de beneficios medicinales que ofrece.
La raíz contiene antioxidantes. Por otro lado, es efectivo para controlar náuseas, reducir el dolor relacionado con la inflamación y reducir el riesgo de distintas enfermedades crónicas.
Se suele consumir fresco como aceite o en polvo. Es fácil de incorporar en sopas, salteados y otros platos.
Aguacate
Los aguacates son una fruta nutritiva que es tratada habitualmente como un vegetal en la cocina. Este superalimento cuenta con una gran cantidad de nutrientes, fibra, vitaminas, minerales y grasas saludables. Su consumo está asociado con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes, síndrome metabólico…
Introduce superalimentos en tu dieta
Los superalimentos son un complemento para una alimentación saludable. Para asegurar una buena salud, es necesario consumir alimentos nutritivos cada día, no solo estos que hemos mencionado.
Es importante basar nuestra dieta en la variedad y el equilibrio nutricional, una buena hidratación y la actividad deportiva regular y constante.