Las nuevas tendencias culinarias, como no podía ser de otra manera, siguen los grandes cambios tecnológicos y culturales en los que vivimos sumergidos. Nos parecen normales, aunque a ratos produzcan vértigo y algo de miedo.
Sin duda, el mundo de la gastronomía, a su manera, se ha unido a esta dinámica global y a sus principales preocupaciones, como puede observarse en las nuevas corrientes gastronómicas, si así se le pueden llamar.
Este mundo de la gastronomía ha asumido como parte de su programa la necesidad de relacionarse con los recursos del planeta de un modo sostenible y ambientalmente responsable.
Por eso no es de extrañar que, entre las tendencias culinarias, cada vez cobran mayor fuerza el uso de productos orgánicos, los alimentos “kilómetro cero” y la creciente sustitución de la carne, entre otras tendencias.
Por otro lado, la cocina casera y la de restaurantes no podían mantenerse alejadas del avasallante mundo de internet y las redes sociales, hasta el punto de que hoy nos preguntamos cómo hacia la gente para disfrutar una comida sin antes fotografiar y “subir” el plato a las redes.
A continuación, te contamos sobre algunas de las tendencias culinarias y novedades en la cocina que encontrarás en 2023.
Cocina sostenible
La cocina sostenible es probablemente la principal tendencia culinaria en todo el mundo, y se presenta de diversas maneras:
- A través de la promoción del uso de productos orgánicos.
- El consumo de alimentos procedentes de lugares cercanos a donde se encuentran los restaurantes o los mercados locales.
- La recuperación de los productos y cultivos tradicionales.
- El rechazo a los productos procedentes de la agroindustria.
Los alimentos orgánicos son aquellos que se producen sin utilizar fertilizantes químicos ni pesticidas, y promueven prácticas como el compost, la lombricultura y otras formas naturales de producir abono.
Existen varias certificaciones internacionales para garantizar que los productos realmente son orgánicos.
La cocina de proximidad es una de las tendencias culinarias que más se ha afianzado en los últimos años. La idea es utilizar productos regionales y lo más cercanos posible, para ayudar a los agricultores y granjeros locales y para reducir la huella de carbono (el consumo de combustible de los alimentos que provienen de mayores distancias).
La recuperación de cultivos regionales y productos tradicionales intenta proteger el patrimonio agrícola y cultural, al recuperar variedades de plantas que han sido desplazadas por la agroindustria, y defender la “denominación de origen”.
La consecuencia de los tres aspectos anteriores es un rechazo de la forma convencional, masiva, contaminante y anti ambiental de producir alimentos, y el apoyo a formas de agricultura más amigables con el ambiente.
Ascenso del vegetarianismo
Otra de las tendencias culinarias que no ha dejado de crecer durante lo que va del siglo XXI es el vegetarianismo en todas sus formas, incluso en sus vertientes más radicales, como el veganismo.
Actualmente, los principales restaurantes y hasta las cadenas de comida rápida han incorporado a su menú platos vegetarianos, platos veganos, comida libre de gluten (dieta celiaca) y en general platos alternativos a los de carne y pescado.
La sustitución de la carne
Asociado con esta tendencia, pero quizás en el lado opuesto por su faceta tecnológica, se encuentran los avances en torno a la creación de carne artificial, en la que ya se registran grandes avances en Israel, Estados Unidos y Australia.
Todavía no están sobre la mesa, aunque deben haber visto al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, comiendo en abril carne de ternera y pescado elaborados con proteínas creadas en laboratorio. Otros países están desarrollando productos similares utilizando células madre.
Son buenas noticias para los animales. Esta producción de alimentos en laboratorio incluye además la carne de pescado y los productos lácteos.
La cocina internacional y las redes sociales
La cocina no podía escapar al fenómeno global de la omnipresencia de las redes sociales. Gracias a la influencia de plataformas como YouTube, Instagram y TikTok, el gusto por cocinar y preparar platos de todo el mundo se ha convertido en una de las grandes tendencias culinarias.
Las nuevas generaciones no solo aprenden los platos tradicionales de sus países, también incursionan en gastronomías como la india, la tailandesa, la china o la vietnamita.
La gran cantidad de vídeos y programas de cocina y la existencia de una enciclopedia virtual (puedes conseguir prácticamente cualquier receta acompañada por un vídeo explicativo), ha generado nuevas formas de cosmopolitismo en la cocina, y un nuevo interés por las distintas culturas culinarias del mundo.
El retorno a los platos tradicionales
Al mismo tiempo, hay un renacimiento de las gastronomías regionales que reivindican ingredientes propios y defienden los valores culinarios locales. Esta tendencia está vinculada a la cocina sostenible, al preservar variedades agrícolas relegadas por la agroindustria.
Hay en esta tendencia un intento por regresar a los sabores familiares de la infancia (si tu infancia fue hace unos cuarenta años), y a la comida hogareña de cada región.
Otras tendencias culinarias
Además de las tendencias mencionadas, hay otras que podemos indicar brevemente:
- Los snacks y la comida rápida continúan dominando la vida moderna, pero hay una fuerte tendencia a reemplazar pizzas y hamburguesas por comida más sana y casera.
- En distintos lugares del mundo están prosperando restaurantes con menús infantiles para adultos: milanesa con patatas fritas, macarrones con queso, etc. Puede estar asociado con una infantilización del gusto, pero no deja de ser una vertiente interesante.
- Se sigue fortaleciendo la tendencia a tratar de conocer el origen de cada ingrediente y producto que consumimos, “ponerle cara al producto”, y a presionar para mejorar las condiciones sociales y laborales de los trabajadores agrícolas en todo el mundo.
- Otra tendencia relacionada con la cocina sostenible es la de “desperdicio cero”. La idea es reducir al máximo el despilfarro de alimentos, comprando solo lo necesario y reciclando las sobras a través de la preparación de otros platos (cocina de aprovechamiento).
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