Organizar una despensa puede ser un verdadero arte, aunque se trata de uno que todos pueden aprender y practicar regularmente, siguiendo algunas recomendaciones y manteniendo un mínimo orden.
Organizar este espacio genera una serie de beneficios que no se deben desdeñar en estos tiempos de inflación y surgimiento de situaciones, que en el cine ya tienen un adjetivo clásico: “en un mundo postapocalíptico, tener una despensa organizada puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”.
Aunque no de forma tan dramática, durante la pandemia y cuando había limitaciones para circular y hacer las compras, ¿la organización de la despensa no era algo fundamental? Una reserva de alimentos es siempre importante, y una buena organización de estos permite saber de un solo vistazo qué tenemos y qué necesitamos.
Ventajas de organizar la despensa
Una alacena bien organizada ofrece las siguientes ventajas:
- Permite hacer un inventario rápido de lo que tenemos y lo que debemos reponer.
- Facilita la limpieza del espacio, al estar todos los productos organizados.
- Ayuda a la economía doméstica, al evitar las compras de más y el consumo de los productos antes de la fecha de vencimiento.
- Ahorra tiempo, puedes saber rápidamente qué necesitas comprar.
- Sirve para planificar las comidas y hacerlas más equilibradas.
- Evita el desperdicio de alimentos.
Consejos para mantener una despensa bien organizada
Estas son algunas recomendaciones para organizar los productos de manera tal que sepas lo que tienes y facilite su administración.
Limpiar regularmente
Al limpiar la despensa o el espacio que utilicemos para guardar los alimentos, no solo realizamos una actividad necesaria para mantener la higiene, sino que también podemos ver los productos con los que contamos, su condición o estado de conservación y cuáles productos necesitamos reponer.
Clasificar los alimentos
Puedes organizar los alimentos por sus características: legumbres, harinas, pastas y cereales en un lado (el sitio más seco de la alacena o el espacio que utilices como depósito); el café, las infusiones, el azúcar, el cacao, la avena; los botes de verdura y los alimentos en conserva en otro espacio o estante.
También puedes organizar el espacio de acuerdo con las comidas: los alimentos del desayuno en un estante, los de la comida en otro y los de la cena en otro. Es una manera de perder menos tiempo buscando en diferentes estantes cada vez que vayas a hacer una comida.
Ordenar por estantes y altura
Coloca en los estantes más altos los alimentos e ingredientes que menos usas, y aquellos que tienes en mayor abundancia, y deja más abajo aquellos que se usan todos los días.
A medida que se acaben los productos que usas puedes bajar los que guardas más arriba y así sabrás cuándo debes reponerlos.
Uso de túper, recipientes y cajas
Utiliza distintos envases para clasificar los alimentos, aprovechar mejor el espacio y poder ubicarlos fácilmente.
Utiliza túper y recipientes transparentes de vidrio para guardar el café, el azúcar, las pastas, el arroz, legumbres, nueces, etc. Con estos envases puedes guardar mayor cantidad en menos espacio y saber qué hay en cada recipiente.
Además, los recipientes cerrados herméticamente mantienen más tiempo frescos los alimentos y evitan que se dañen, o que sufran ataques de insectos.
En las cajas puedes colocar de forma ordenada las distintas especias (también guardadas en envases transparentes), las salsas, aceites y condimentos que usas con mayor frecuencia, los encurtidos y alimentos deshidratados, etc.
Etiqueta envases y recipientes
Identifica los envases y recipientes, especialmente aquellos que pueden confundirse, como en el caso de las especias, o del azúcar y la sal. De este modo, usarás todo el tiempo los mismos envases para los mismos productos.
Para guardar las especias, puedes reciclar los botes de mermelada, lavándolos bien, retirando la etiqueta vieja y colocando una nueva con el nombre de la especia, y pintando o decorando la tapa. Esta también es una manera de reciclar los envases.
Mantener el orden
Una vez que hayas organizado la despensa es importante mantener el orden, regresando cada cosa a su lugar una vez que haya sido utilizada, e informando al resto de la familia para que hagan lo mismo cada vez que utilicen algo.
Siempre es aconsejable dedicar unos minutos antes de acostarse para inspeccionar y restablecer el orden en este espacio.
Cómo organizar la despensa en pocos pasos
Puedes ordenar este espacio en pocos pasos, de los que ya se han mencionado algunos:
Vaciar y limpiar la despensa
Sacar todo lo que tengas almacenado y realizar una limpieza profunda de los estantes. De este modo, evitas la aparición de insectos y aseguras el buen estado de los alimentos. No vuelvas a colocar las cosas hasta que los estantes estén bien secos.
Con todos los productos afuera es el momento perfecto para el paso siguiente.
Ordenar los productos por clase y afinidades
Trasvasar aquellos productos que están en sus paquetes originales y que ya están abiertos a botes y recipientes con tapa. Organizar los productos del modo que te parezca más conveniente para su uso diario: por afinidades o según las diferentes comidas del día.
Eso sí, jerarquiza la posición y altura del producto de acuerdo con su uso: aquellos que más se usan que se puedan coger con mayor facilidad.
Ordenar por fecha de vencimiento y caducidad
En el caso de los alimentos con fecha de caducidad, coloca adelante aquellos cuya fecha de vencimiento está más próxima.
Difundir el nuevo orden y mantenerlo
Parece una consigna política, pero es más bien una sugerencia doméstica: hay que involucrar al resto de la familia en el manejo de la despensa, para que el orden que has logrado crear se mantenga.
Igual, siempre será aconsejable, al final de la jornada, echar un vistazo para limpiar y ver que todo esté donde debe estar.