El alimento más deseado por niños y adultos como postre, merienda o incluso digestivo. Un auténtico amigo contra el calor en los meses de verano que ha evolucionado desde hace siglos para convertirse en una industria global que mueve al año miles de millones de euros por todo el mundo.
Están en la carta de postres de prácticamente todos los restaurantes del mundo. Ahí, en la nevera de la esquina donde los niños corren despúes de comer a elegir su favorito. Están también en los pueblos, donde los heladeros viajan para alegrarles la tarde a grandes y pequeños. Y están, como no, en masymas supermercados, donde puedes llevarte a casa el que más te guste, pero te costará elegir entre nuestra gran cantidad de opciones.
Y es que el helado forma parte de nuestra historia gastronómica. Y no solo en España, también alrededor del mundo. Cada país tiene sus favoritos, sus tradiciones y su clásicos. Quizá Italia tenga, hoy en día, la fama de tener los mejores helados de Europa, pero es que esa popularización del helado en el país de la bota tiene mucha historia. Y es precisamente lo que vamos a contar ahora, la historia del helado.
El origen de los helados
La historia de los helados se remonta a tiempos muy antiguos, cuando civilizaciones como la china y la persa ya disfrutaban de deliciosas mezclas heladas para combatir el calor. Se dice ya hace 4.000 años, en China, conocían el hielo, que lo obtenían de las montañas heladas y que lo conservaban en cuevas a una temperatura constante. Sabían del hielo y, por tanto, lo usaban en sus recetas.
Quizá el primer helado fuera una combinación de hielo y pasta de arroz hervida elaborado por algún cocinero imperial chino para su emperador hace milenios.
Siguiendo con emperadores chinos, el emperador chino Tang, en el siglo VII, tenía un grupo de personas que preparaban un postre hecho con nieve, leche y arroz. También en oriente, en este caso en Persia, alrededor del año 400 a.C., se preparaban refrescantes sorbetes mezclando frutas, agua de rosas y azafrán con nieve traída de las montañas.
Los helados llegaron a Europa gracias a los exploradores y comerciantes, y fue en Italia donde se perfeccionó la receta. Marco Polo, tras sus viajes a China, trajo consigo las técnicas de preparación, y así comenzó la pasión italiana por los gelatos, que posteriormente se extendió por todo el continente y hasta nuestros días.
Cómo se fabrica un helado
La fabricación de helados ha evolucionado significativamente desde aquellos tiempos remotos en la china imperial. Hoy en día, el proceso combina tradición con tecnología avanzada para asegurar la mejor calidad, variedad en sabores y una eficiencia increíble.
Cualquier proceso de elaboración de helados, incluso si lo intentas de forma casera en tu casa, tiene que pasar por estas fases:
- Elección y mezcla ingredientes: el primer paso es mezclar los ingredientes básicos, es decir, leche, nata, azúcar y yemas de huevo. Normalmente, esta mezcla se pasteuriza para eliminar cualquier bacteria previa.
- Homogeneización: luego, la mezcla se homogeneiza para romper las moléculas de grasa, asegurando una textura suave y cremosa.
- Enfriado y maduración: con la mezcla ya bien unida, se enfría y se deja reposar para que los sabores se integren y se desarrolle una textura adecuada.
- Congelación y batido: se congela la pasta obtenida lentamente mientras se bate, incorporando aire para darle volumen y suavidad. Este proceso es crucial para evitar la formación de cristales de hielo que imposibiliten luego disfrutar de sus sabores.
- Adición de sabores y tropezones: en esta etapa, se añaden los sabores. Hoy en día, los más clásicos como vainilla o chocolate comparten protagonismo con frutas, galletas, frutos secos o frutas confitadas, entre otros muchos.
- Congelación final: finalmente, el helado se lleva a una congelación más intensa antes de ser envasado y distribuido.
Evolución de los helados
Desde sus comienzos con hielo de las nieves, arroz y frutas, los helados han recorrido un largo camino. Durante el Renacimiento, el helado se convirtió en un manjar reservado para la nobleza europea. Con el tiempo y el avance de la tecnología de refrigeración, los helados se volvieron accesibles para todos. Esa universalización del consumo de helado hizo que la industria creciera y se convirtiera en una parte importante del sector alimentario.
Ya en el siglo XIX, se desarrolló la primera máquina de helados en los Estados Unidos, lo que permitió su producción en masa. Si a esto le sumamos la invención de los congeladores domésticos en el siglo XX, los helados se convirtieron en un postre común en los hogares de todo el mundo.
Hoy en día, el mercado de los helados es increíblemente diverso. Podemos encontrar de todos los gustos, colores y sabores. La industria se ha ido adaptando a los tiempos, no solo en cuestión de sabores y texturas, también en formatos y con especial atención a alergias y/o problemas alimentarios como la intolerancia a la lactosa. Por suerte, hoy prácticamente todo el mundo puede consumir un helado. Desde los tradicionales helados de crema hasta las opciones veganas y sin lactosa, hay un helado para cada paladar y necesidad dietética.
Como veis, los helados no solo han mantenido su encanto a lo largo de los siglos, sino que han evolucionado para adaptarse a los gustos, necesidades y preferencias de una sociedad moderna, manteniéndose como uno de los postres más queridos y disfrutados en todo el mundo. Ya sabes, coge tu helado en masymas supermercados o en nuestra tienda online y disfruta de tu momento.