El problema del desperdicio de alimentos afecta a nuestro día a día, pero con algo de organización y un enfoque creativo en la cocina, se puede minimizar considerablemente. Aprovechando que el domingo 29 de septiembre es Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, vamos a abordar este interesante e importante tema.
De hecho, el desperdicio de alimentos no solo impacta en tu bolsillo, sino que también tiene consecuencias ambientales importantes. Afortunadamente, existen formas efectivas de minimizarlo, y en este artículo vamos a abordar cómo hacerlo, desde la planificación de las compras hasta la reutilización de sobras para crear deliciosas recetas.
Diferencias entre hambre y apetito
Pueden parecer que significan lo mismo, pero no, los términos hambre y apetito no son sinónimos. Resumiendo, el hambre es un concepto fisiológico y, por su parte, el apetito lo es psicológico.
Ampliando un poco la explicación de la diferencia entre hambre y apetito, se puede decir que el hambre es totalmente involuntaria y no está relacionado con ningún alimento en particular; simplemente se tiene hambre porque el cuerpo necesita energía. Por el contrario, el apetito surge de pronto y se centra en una comida específica. Está muy influenciada por factores externos; es decir, por estímulos ajenos a cualquier razón nutricional: olores, estado psicológico, anímico en ese preciso momento… La frase “comer por los ojos” nos lleva a ver que hay veces que nuestra capacidad de comer se ve influenciada por la vista.
Desperdicio de alimentos en los hogares: datos y consecuencias
Para que te hagas una idea, en el año 2022, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación hizo su último estudio, hasta la fecha, para cuantificar en números el total el desperdicio de comida. El estudio ofreció que, solo en los hogares, de media y por familia en Asturias, se tiraron 30 kilos o litros de comida o bebida.
Hablamos, por tanto, de una gran cantidad de comida producida y el equivalente a muchos euros desperdiciados.
Por otra parte, el desperdicio de alimentos no solo afecta a la economía, sino que también tiene serias repercusiones para el medio ambiente. La producción, transporte y eliminación de estos alimentos no consumidos generan una huella de carbono significativa, contribuyendo al cambio climático. Por este motivo, es crucial que nos sensibilicemos ante esta situación y comencemos a tomar medidas desde nuestras propias cocinas.
Planificación y almacenamiento: claves para reducir el desperdicio
El primer paso para reducir el desperdicio de alimentos es organizarse adecuadamente. Si planificas tus comidas y haces una lista de la compra antes de ir al supermercado, es mucho más probable que solo compres lo que realmente necesitas. Asimismo, verificar las fechas de vencimiento tanto en el hogar como al hacer la compra te permitirá usar los alimentos antes de que se deterioren.
El almacenamiento adecuado es otro aspecto crucial. Mantén tu nevera a 4ºC para conservar mejor los alimentos y sigue las instrucciones de conservación que aparecen en los envases. Un buen truco es colocar los alimentos que caducan primero en un lugar visible, de esta forma te aseguras de que se consuman antes. Si te ha sobrado comida, no dudes en congelarla; así alargarás su vida útil y evitarás tener que tirarla más adelante.
Reutilización en la cocina: recetas e ideas creativas
Aprovechar los alimentos sobrantes es esencial para reducir el desperdicio alimentario. Por ejemplo, si te sobra pollo asado de la cena, puedes reutilizarlo al día siguiente en una deliciosa ensalada o preparar unas fajitas rápidas. Las sobras de verduras también tienen mucho potencial: úsalas para hacer un caldo, una crema, o incluso incorpóralas en una empanada o un pastel salado.
¿Te queda pan duro? ¡No lo tires! Conviértelo en pan rallado, picatostes para sopas o ensaladas, o úsalo como base para unas ricas torrijas. Y si tienes fruta que empieza a madurar demasiado, aprovéchala para hacer mermeladas, batidos o incluso helados caseros. Lo fundamental es usar la imaginación para encontrar formas de reutilizar esos alimentos que, de otro modo, terminarían en la basura.
Cocina de aprovechamiento: tradición y sostenibilidad
La cocina de aprovechamiento es una tradición que nuestros abuelos practicaban habitualmente, y que cada vez más personas están redescubriendo por su valor sostenible. Esta perspectiva coincide con los principios del movimiento «zero waste», que fomenta un consumo consciente y la reutilización de recursos.
Por ejemplo, en lugar de tirar las pieles de las zanahorias, puedes hornearlas para hacer unos crujientes chips. O en vez de descartar los huesos de pollo, úsalos para hacer un caldo nutritivo que podrás utilizar en múltiples recetas. Esta costumbre no solo contribuye a disminuir el desperdicio de alimentos, sino que también te ayuda a economizar y a disfrutar de platos más nutritivos y deliciosos.
Compostaje y otras formas de minimizar el despilfarro
Aun con todos nuestros intentos, siempre quedarán ciertos restos de alimentos que no podremos aprovechar. En estos casos, el compostaje es una excelente opción para minimizar el impacto ambiental del desperdicio de alimentos. Al convertir los residuos orgánicos en abono para tu jardín o huerto, estás devolviendo a la tierra los nutrientes que has extraído de ella, cerrando así el ciclo de la alimentación.
Además del compostaje, hay otras formas de reducir el desperdicio en casa. Por ejemplo, los alimentos que no vayas a utilizar se pueden entregar a bancos de alimentos o a entidades solidarias. También puedes compartir las sobras con amigos, familiares o vecinos. Lo importante es que esos alimentos no acaben en la basura.
En resumen, reducir el desperdicio de alimentos es más sencillo de lo que parece. Con una buena planificación, almacenando correctamente y reutilizando los alimentos de manera creativa, puedes hacer una gran diferencia. Asimismo, estarás apoyando la sostenibilidad del medio ambiente y promoviendo una forma de alimentarse más consciente y responsable. ¡Anímate a poner en práctica estos consejos y haz que tu cocina sea más eficiente y respetuosa con el medio ambiente!
masymas supermercados y Too Good To Go
Desde masymas supermercados llevamos años combatiendo el desperdicio en nuestras tiendas. A través de la alianza con la empresa Too Good To Go, podemos ser una compañía mucho más responsable e intentar reducir al máximo posible el desperdicio de nuestros alimentos.
Gracias a eso, los usuarios podrán adquirir alimentos en diferentes packs sorpresa que ya no pueden venderse en masymas. Así, podemos aprovechar y no tirar ese excedente de comida diario.
Recordamos que día 29 de septiembre se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos y desde masymas supermercados nos sumamos a la campaña de los amigos de Too Good To Go
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