El ayuno intermitente es una forma de alimentación que alterna entre períodos breves de ayuno, sin alimentos o con una reducción significativa de calorías, y períodos donde no hay mayores restricciones a la hora de comer que las que cada uno quiera ponerse.
Las personas que consigan integrar en su día a día el ayuno intermitente pueden lograr una pérdida de grasa y de peso, y mejorar los niveles de presión arterial y colesterol. Aunque no está garantizado ya que como veremos, cada persona tiene sus propias características.
El ayuno, en todas sus variedades, formas y derivados, es una especie de ritual universal utilizado por numerosos pueblos a lo largo de la historia de la humanidad para purificar el cuerpo y la mente a través de la no ingesta de alimentos y que en la actualidad, es un tipo de hábito usado cada vez por más gente.
Tipos de ayuno intermitente
No hay una regla estricta y general. Al fin y al cabo, cada uno tenemos nuestros ritmos biológicos internos y nos podemos adaptar mejor a un tipo de ayuno intermitente u otro.
El más famoso y seguramente del que más hayas oído hablar es el ayuno por horas a lo largo del día. Se toma como referencia una hora o momento del día y se cuentan doce, catorce o dieciséis horas donde no se puede ingerir alimentos ni bebidas, excepto agua, café solo, caldos naturales o algún té o infusión.
Para muestra, un botón: el día de una persona que practique este tipo de alimentación puede ser, por ejemplo, comer de 12:00 a 22:00 y, el resto de las horas practicar ayuno. O lo que es lo mismo, desde la cena hasta la comida del día siguiente ayunar, y comer normal del mediodía hasta la cena. Y así un día y otro día. De esta manera se está dejando de consumir calorías unas catorce horas.
Aquí la clave está en el tipo de alimentación durante esas diez horas en las que se puede comer. De nada sirve estar medio día ayunando para luego tirarlo por la borda comiendo productos poco saludables y con un nivel de calorías elevado.
El ejemplo anterior se puede trasladar a cualquier puzle horario. Todo dependerá de la persona, de su ritmo de vida y de las necesidades individuales. Hay gente que no podría salir de casa sin desayunar y que no le importa dejar de comer a las cuatro de la tarde hasta el día siguiente. Es una de las cosas buenas de este tipo de dieta, que se adapta muy bien a cada persona.
Este modelo de ayuno intermitente es quizá el más utilizado, pero como te decíamos hay más.
Por ejemplo, el ayuno en días alternos. Se basa en llevar una alimentación normal un día sí y otro no, intercalando una jornada comiendo sin restricciones con otra donde se aplica el ayuno, que puede ser total o parcial.
Otro método de alimentación basado en días es el llamado ayuno 5/2. Como su propio nombre hace pensar, se trata de un modelo donde se come normal y sin restricciones cinco días y durante dos días, se aplica el ayuno.
¿Sirve el ayuno intermitente para perder peso?
Mucha gente comienza a aplicar en su día a día el ayuno intermitente buscando una dieta para perder peso. Es posible que incluso no sea la primera opción, y antes ya hayan intentado dietas bajas en calorías – por poner un ejemplo de una alternativa – pues gran cantidad de personas no ve con buenos ojos saltarse una o dos comidas al día de buenas a primeras.
Hay que señalar que las dietas muy bajas en calorías prolongadas pueden causar cambios fisiológicos en las personas. El cuerpo se adapta a esa masiva restricción calórica e impide una pérdida de peso progresiva.
De ahí que se opte por el ayuno intermitente como solución, ya que alterna periodos de un nivel bajo de calorías durante una parte del día seguido de una alimentación normal y corriente. Esa alternancia hace que el cuerpo no se adapte a un consumo bajo en calorías y pueda ofrecer un mayor nivel de disminución del peso.
Sin embargo, y con el sentido común como punto de partida, podemos decir que todo dependerá del equilibrio calórico, independientemente de qué tipo de dieta o ayuno se haga. Es decir, de nada sirve practicar el ayuno intermitente reduciendo el número de comidas si cuando toca comer, se abusa de productos procesados y ultra calóricos.
“Cuando hablamos de ayuno lo normal es que se nos venga a la cabeza el Ramadán. También conocido como el mes del ayuno en el mundo islámico, se trata de un periodo donde desde el amanecer hasta la llegada de la noche no se puede consumir ni alimentos ni bebidas.”
Con tiempo, el cuerpo se acostumbra a cualquier cosa
Seguro que has oído a mucha gente decir que lo intentó, pero lo acabó dejando. El ayuno intermitente, como otras muchas cosas, es una cuestión de tiempo. Hay que darle tiempo al cuerpo a que se acostumbre a esa nueva forma de racionar las comidas.
Es normal que el cuerpo reaccione mal si le quitas una comida importante al día. Por eso, una buena idea es ir poco a poco; es decir, empezando con un ayuno de seis horas e ir subiendo un par de ellas cada semana hasta llegar a catorce o dieciséis. Una vez en ese punto, si se consigue aguantar un par de meses, el cuerpo se amoldará a esa forma de comer y lo tendrá como rutina.
Si estás pensando en aplicar la dieta del ayuno intermitente no estaría mal que acudieras a tu médico de cabecera o a un profesional de la nutrición. Los expertos pueden recomendarte la mejor opción si tu objetivo es bajar peso.
Y para acabar, algo que quizás no sepas. El término desayuno es muy curioso. De origen latino, la etimología de esta palabra nos deja claro que el acto de ayunar, lo hacemos todos los días por la noche, rompiéndolo cuando nos sentamos por la mañana a des-ayunar. Así que el ayuno intermitente no es más que una ampliación de algo que ya hacemos a diario.
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