El agua es uno de los elementos fundamentales para la vida. Sin ella el mundo que conoces no sería posible, y es indispensable que la bebas en abundancia si quieres mantener una vida sana y equilibrada… Pero no puedes optar por un agua cualquiera. Deberías apostar por agua mineral de calidad y cuyo proceso de obtención se haya cuidado.
El origen de las aguas minerales cantábricas
Las montañas de Asturias no solo te ofrecen un paisaje cargado de belleza, sino que, además, en su interior se esconden todo tipo de tesoros. En la cordillera Cantábrica se obtienen aguas que destacan por su pureza y naturalidad. Es el resultado de la lluvia sobre las montañas, y de un filtrado natural que mantiene bien surtidos los acuíferos de la región.
La filtración que realizan las rocas de las montañas es única, y elimina todas las impurezas presentes en el agua. Es un proceso que dura años, pero que merece la pena por los resultados que ofrece. ¡La frescura y calidad están aseguradas!
Sin embargo, todo este duro trabajo se podría echar a perder durante el embotellamiento. Si este no se cuida, las cualidades del agua podrían alterarse o, incluso, deteriorarse por agentes contaminantes. Para evitar este problema, las mejores aguas respetan el proceso que realiza la propia naturaleza y comprueban que la calidad del líquido se mantiene intacta en todo momento.
Al final, disfrutarás de un agua que proviene de la lluvia y la nieve que año a año se depositan en las montañas del Principado de Asturias. Siempre tienen una mineralización baja y una frescura que resulta de lo más agradable.
¿Aguas duras o blandas?
A la hora de seleccionar el agua adecuada para ti debes tener en cuenta su dureza. Este concepto hace referencia a la concentración de minerales, sobre todo de sales de magnesio y calcio. Que el agua sea dura o blanda dependerá de las formaciones geológicas que atraviesa hasta llegar al acuífero.
Las aguas blandas son aquellas en las que la presencia mineral es baja; estas pasan por formaciones geológicas dominadas por los silicatos, como el granito. Estas rocas contribuyen a filtrar el líquido, que perderá una gran parte de sus sales de magnesio y calcio; dicho proceso se desarrolla a lo largo de un larguísimo periodo de tiempo.
Por su parte, las aguas duras se forman al atravesar acuíferos carbonatados, que están constituidos por diferentes rocas calizas. El resultado final es una mayor concentración de magnesio y calcio en el agua, algo que afectará tanto a las personas como a las tuberías por las que se transporte el agua.
¿Qué significa la mineralización débil y que implica para la salud?
Como has visto, la presencia de minerales en el agua es muy importante, pero… ¿Cómo afecta al organismo? Lo primero que debes saber es que tu cuerpo no produce por sí mismo ningún mineral, por lo que tiene que obtenerlos de fuentes externas. Los alimentos y el agua son las principales. Por eso, elegir entre un agua de mineralización débil o fuerte tiene una estrecha relación con la salud.
Las aguas débiles están recomendadas para los bebés y niños, así como las personas con dolencias en los riñones. La razón es sencilla: el organismo las filtra con mayor facilidad. No obstante, los beneficios que te podrían aportar estas aguas en caso de que no formes parte de los grupos mencionados son escasos. Si no suples las carencias naturales de tu cuerpo, acabarías teniendo problemas en el futuro.
Por tanto, elegir entre el agua de mineralización débil y fuerte dependerá de tu rango de edad y tu estado de salud. Las aguas con una gran mineralización te ofrecen diferentes minerales entre los que destacan el magnesio y el calcio, y podrás utilizarlas para complementar tu dieta sin problemas.
¿Mejor o peor que el agua del grifo?
Esta es una pregunta clásica, y que no tiene una respuesta sencilla. Antes deberías conocer la composición del agua que proviene de tu grifo; así sabrás cuál es su mineralización y dureza. Lo ideal es que el agua fuera blanda y tuviera una mineralización relativamente débil, pero es difícil comprobarlo. Para que tengas un indicador, si el agua deja restos de calcio en las tuberías estás frente a agua de mineralización fuerte.
Para solucionar este problema puedes optar por una jarra con filtros. Estos retendrán una buena parte de los minerales y otras partículas, lo que rebajará la mineralización. De ese modo no tendrás que preocuparte por su dureza.
Beneficios para el ser humano en sus primeros meses
El agua es fundamental para el ser humano, ya que este no es capaz de retenerla indefinidamente. Piensa que el 60 % de tu peso está compuesto por este líquido, que pierdes a razón de dos litros al día. Además, cada etapa del crecimiento tiene unos requisitos diferentes.
Los bebés necesitan agua para mantener su hidratación. Esta necesidad es constante en los seres humanos, pero en el caso de los bebés es más importante porque están en un punto crítico de su desarrollo. Además, hay que adecuar la cantidad de agua a la edad para evitar excesos, que también pueden resultar negativos. Los bebés también se benefician de la acción depuradora del agua en el organismo; algo muy necesario durante los primeros meses de vida.
Beneficios para los adultos
En el caso de los adultos la hidratación sigue siendo muy importante, aunque hay que cuidar el tipo de agua que se consume y su cantidad. Un adulto realiza un mayor esfuerzo diario, lo que lleva a una mayor pérdida de líquidos. El agua es importante, además, para mantener en buen estado el sistema inmunológico; recuerda reponer de forma adecuada los fluidos del cuerpo.
Y, cuando llegas a la vejez aparece un problema: no reconoces bien cuándo tienes sed. Esto puede llevar a diferentes problemas de salud, por lo que hay que mantener una ingesta de agua correcta; unos ocho vasos al día. Así se contribuye al cuidado de los riñones, que pueden verse seriamente afectados por la deshidratación.
El agua no puede faltar en tu vida. Seleccionar y adquirir la que mejores cualidades te ofrezca es fundamental. ¡Estarás cuidando de tu organismo de una forma sencilla y que te reportará todo tipo de beneficios!