La cocina y el diseño de un menú para la familia es algo importante y que hay que organizar diariamente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no hay dos familias iguales.
En cada casa y en cada familia hay que realizar una cocina familiar que se adapte a las necesidades de los miembros de cada familia. De hecho, hay que comprender que aspectos como el número de miembros de la familia junto la edad de los integrantes influyen de forma importante en la cocina del día a día.
Cocina y tipos de familia
La cocina familiar se adapta de forma importante en función del tipo de familia de que se trate. Te aportamos algunos consejos sobre la mejor cocina familiar en función de la tipología de hogar de que se trate.
Familia de solteros
Cuando en una unidad familiar convive solamente una persona soltera, hay que tener en cuenta que la tipología de cocina es muy diferente. Para una sola persona lo primero que influye es la cantidad de comida que hay que generar.
Por otra parte, el cocinar cantidades más reducidas es posible que se consuman habitualmente más productos precocinados que recetas muy elaboradas. Suele resultar más pesado, tener que cocinar grandes cantidades cuando se está solo o sola.
Además, también suele ser más habitual para las personas solteras el realizar más comidas en restaurantes y comidas fuera de casa. Las familias tan reducidas suelen comprar muchos más productos ya elaborados y fáciles de preparar.
Familia numerosa
Quizás en el extremo opuesto de lo anterior se encontraría la cocina familiar de una familia numerosa. Cuando en una familia el número de miembros es 5 o más, lo habitual es que se dedique más tiempo a cocinar.
En estas familias es necesario contar con recetas elaboradas en cantidades grandes para todos. Además, suele ser habitual ofrecer más variedad de comidas, sobre todo porque es posible que haya diversidad de gustos y preferencias entre los miembros de la familia.
A esto habría que añadir que en este tipo de familias es más cara la cesta de la compra por el volumen de alimentos necesarios, lo que hace que la cocina familiar tienda a optimizar más los platos y a reaprovechar más los alimentos que se cocinan.
Cuando la familia es números y cuenta con, por ejemplo, 7 miembros es posible que haya miembros de diferentes edades. Esto implica que haya que organizar las comidas para que tanto los más pequeños de la casa como los más mayores puedan satisfacer sus necesidades.
Familia de pareja sin hijos
Otro tipo de unidad familiar muy habitual es la de pareja sin hijos. Sin hijos, estos hogares tendrán unos hábitos de alimentación y un tipo de cocina específica y más adecuada a las necesidades de dos miembros.
En las familias de este tipo lo más habitual es que se elaboren comidas algo más diseñadas y pensadas y que se dedique más tiempo a cocinar alimentos o recetas que permitan probar nuevos sabores y texturas.
Además, las familias de parejas sin hijos suelen tener más libertad para decidir salir a comer fuera de una forma improvisada o elaborar alguna receta de última hora en los momentos en que apetezca. Esta flexibilidad hace que sea más sencillo planificar los menús y que no haya que anticiparse tanto.
Familia con 3 o 4 miembros
En otro extremo estarían las familias que suelen tener 3 o 4 miembros. Se trata de una gran mayoría de familias que pueden organizar sus comidas según horarios y necesidades en cada momento.
En este sentido, son familias que suelen planificar los menús con antelación para organizarse, aunque también dedican muchos momentos a realizar comidas en la calle o incluso a improvisar una receta.
Para estas familias es recomendable planificar la cesta de la compra en función de los menús que se vayan a desarrollar, ya que así es más sencilla la organización y se pueden realizar recetas que gusten a todos los miembros de la familia.
Mucha variedad
Como puedes comprobar hay muchas familias diferentes y la cocina familiar puede variar de forma importante en función de los objetivos y de los gustos y miembros de la familia.
El mejor consejo para mantener una buena dieta es que se organicen los menús con antelación en todas las familias y que se trate de llevar un menú equilibrado. De esta forma, si esto se hace adecuadamente, es posible equilibrar la alimentación y lograr que todos los miembros de la familia consuman regularmente verduras, frutas, carne o pescado según las necesidades.
Aunque el tipo de receta, la cantidad de alimentos y la variedad puede cambiar de forma importante entre un tipo de familia u otra, lo que siempre se debe tratar es de mantener una dieta sana y complementarla con otras actividades como ejercicio físico.
Cuando en una familia hay niños pequeños, el menú se puede ver mucho más condicionado, al igual que ocurre cuando en la familia hay personas mayores o ancianos. Será necesario adaptar las cantidades y tipología de productos y recetas a las necesidades de estos colectivos.
Si haces una buena planificación de tu menú en función de tus gustos y de los miembros de tu familia, seguramente lograrás que se mantenga una dieta equilibrada y adecuada.
Descubre más artículos como este:
