Comer conservas puede ser más ventajoso de lo que algunos piensan. Puede ser una buena manera de comer pescados de calidad, pese a que las latas y los tarros no siempre están bien vistos. No obstante, como en todo, se trata de conseguir un equilibrio y de introducir este tipo de alimentos que no pierden tantos nutrientes. Al menos, no tantos como algunos piensan.
Es más, hoy en día las conservas han dado el paso de un simple aperitivo a las mejores estanterías gourmet de los supermercados y de las abacerías. Un lugar privilegiado que las marcas han sabido ganarse gracias al empleo de las materias primas de calidad. De primerísima calidad.
Las latas, una buena manera de mantener el pescado de calidad
Aunque puede que las recuerdes siempre en las alacenas y en las despensas, o en la mesa a modo de aperitivo, en realidad se trata de todo un invento. Un invento y todo un avance en la conserva de alimentos. Una innovación que si volvemos la vista atrás data de finales del siglo XVIII. Un invento que en nuestro país el siglo pasado se convertía en el motor económico de numerosas regiones del norte de España.
Así las cosas, de aquellos inicios a nuestros tiempos las conservas han experimentado una serie de avances que todos agradecemos. Avances dirigidos a la higiene y al aumento del propio tiempo de la conserva.
De las guerras a las secciones gourmet de los supermercados
Otra de las curiosidades en torno a las conservas, una manera sencilla de comer pescado en cualquier momento y en cualquier lugar, tiene que ver con su ubicación. Si bien en un inicio fueron pensadas para uno fines como alimentar a las tropas en guerra, hoy pueden llegar a ser todo un lujo. Un lujo digno de la sección gourmet donde encontrar las mejores sardinas o los mejillones más deseados.
Tanto es así que solo hace falta hacer la cuenta de cuántos establecimientos cuentan con las conservas. Que cuentan con este tipo de artículos como el eje de estos establecimientos. Un salto cualitativo y cuantitativo de las conservas para los que sobran desde luego razones.
Las razones del éxito de las conservas
Amén de la facilidad de almacenamiento o de que no necesitan frío para su conservación, las latas y los tarros cuentan con otras muchas ventajas:
– Poder comer alimento fuera de temporada. Esto sucede, sobre todo, con las conservas vegetales.
– Nos ayudan a salir del paso en cualquier momento y en cualquier lugar.
– Podemos encontrar una gran variedad de productos. Aunque en este sentido, en los inicios las sardinas, las anchoas y algunos moluscos eran los principales productos en conserva.
– Nos permite comer además frutas y vegetales también en cualquier época del año y en cualquier lugar.
– Las conservas cuentan con precios muy atractivos.
– Los alimentos son envasados y enlatados en el momento óptimo de maduración, algo que interviene en las cualidades nutritivas.
Las conservas mantienen más nutrientes de lo que piensas
Aunque es natural que puedas pensar lo contrario, debes saber que las verduras y las frutas envasadas en conserva mantienen todas las vitaminas. Según los estudios más especializados al respecto, el proceso de conservarlas o envasarlas no modifica en modo alguno sus propiedades. Tampoco sus proteínas, lípidos y glúcidos.
En este sentido, las conservas de pescado, marisco, de carnes, frutas y verduras conservan todos sus nutrientes de manera intacta. Un hecho en el que tiene que ver la innovación aplicada a los procesos de conservación en los que la rapidez, la esterilización y el tratado térmico tienen mucho que ver.
Otro de los secretos de las conservas reside en el metal de las mismas. El material que evita que la luz provoque alteración alguna en los alimentos. Cualquier alteración en las propiedades de los alimentos, como pueden ser las vitaminas. Vitaminas muy presentes especialmente en las conservas de legumbres y de frutas.
Tampoco los aminoácidos son alterados durante el proceso de conservar los alimentos. Lo mismo que sucede con los ácidos grasos de los pescados de calidad en conserva. Uno de los más valorados en este universo que protagoniza este post. Una no alteración que explica el éxito de poder comer en cualquier momento y en cualquier lugar el mejor de los pescados con todos sus nutrientes.
Diferentes tipos de conservas y precios
Obviamente en este universo de las conservas existen diferentes tipos, marcas y calidades. Tres aspectos que van a repercutir como es lógico en el precio del producto. No es lo mismo comer lomos de ventresca que una lata de atún. No será lo mismo un atún en conserva del Cantábrico que de otra procedencia.
Es por esto por lo que, como siempre, es recomendable poner atención a los etiquetados de los alimentos. La mejor manera de saber qué es lo que comemos, su procedencia y sus nutrientes.
Los condimentos y algunos sencillos trucos
Otro de los aspectos relacionados con los pescados de calidad a los que deberías atender es a los condimentos. Así, verás que, por ejemplo, hay atún en aceite de oliva o en aceite de girasol. Lo mismo sucede en el caso de las verduras con las sales y en el de las frutas con los azúcares. Para los que no quieren ese tipo de condimentos el secreto está en poner atención a las conservas al natural. Enjuagar los alimentos es otra manera de comerlos, especialmente de cara al azúcar o a la sal.