Se acerca el fin de año y ya notamos que ciertos elementos característicos de esta época se nos vuelven cotidianos. Muchas ciudades están decoradas de bonitas luces, lo que nos indica que se vienen días de reuniones familiares y celebración.
También se ven en los lineales de las tiendas de alimentaciones los turrones y dulces típicos de estas fechas. Porque el turrón es un elemento indispensable de las Navidades y por eso hemos decidido decirle unas líneas en nuestro blog.
El origen incierto del turrón
Así como de otros alimentos elaborados a base de ingredientes tenemos claro su origen, del turrón no se tiene certeza ni seguridad plena sobre el lugar y persona que lo vio nacer. De esa nebulosa que rodea a su historia inicial surgen todo tipo de relatos, opiniones e incluso leyendas.
Lo que sí está más que demostrado es que los antiguos griegos y romanos, en la lejana época anterior al inicio de nuestra era, cocinaban un producto dulce y duradero ya que les podía durar durante uno de los largos viajes que hacían antaño. Ese alimento estaba elaborado a base de miel y frutos secos. También otras culturas a lo largo del tiempo, como los árabes, han usado diferentes frutos secos y las mieles de las abejas para preparar pastas dulces.
En nuestro país hay una gran tradición basada en el turrón. Concretamente en Alicante, y más concretamente en la localidad de Jijona. Esta pequeña ciudad, de no más de 7.000 habitantes es el centro neurálgico de la historia del turrón en España.
Cuenta una leyenda alicantina, que un rey de la zona se casó con una princesa escandinava y esta al tener que dejar su hogar sentía pena y tristeza. El rey, al verla así y por querer la felicidad para su esposa, mandó plantar miles de almendros rodeando su castillo. Fue así como cuando esos almendros florecían simulaban la blanca nieve del norte y con ese paisaje, la princesa volvió a ser feliz. Desde entonces, las gentes de Jijona recogen las almendras de los árboles plantados por el rey, siendo el ingrediente principal del turrón.
Relatos aparte, hoy Jijona es un lugar ligado al turrón y gracias a los maestros artesanos esta localidad es conocida en el mundo entero.
Ingredientes y variedades del turrón
La receta del turrón es tan simple como natural: miel y frutos secos. Hablamos de la primigenia, claro está. A lo largo de los siglos, este alimento ha sido dotado de todo tipo de añadidos como la clara de huevo o la oblea, pero la base está en esos dos ingredientes.
Si hablamos del turrón, hay que destacar dos grandes tipos. Por un lado, está el turrón duro, también llamado de Alicante, y el turrón blanco o de Jijona. Tienen tanto peso en la gastronomía de la región que poseen su propio Consejo Regulador, organismo que ha de encargarse de que los ingredientes y procesos de fabricación se lleven en consonancia con los estándares de calidad. Solo de este modo se consigue que un turrón tenga la etiqueta de Indicación Geográfica Protegida IGP que lo garantiza como un producto único.
Además del blanco y el duro, hay turrones de muchas variedades: Agramut, los de chocolate, de coco, de truca, de yema tostada… Un sinfín de sabores e ingredientes que hacen del turrón un alimento muy especial y querido por todos.
Consumo de turrón
¿Sabías que Asturias es una de las Comunidades Autónomas que más turrón consume? Quizá llame más la atención otro dato curioso: Alicante, cuna del turrón en España y provincia donde se produce la mayor parte del turrón nacional, es una de las regiones que menos kilos consume al año.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta Industrial de Productos del Instituto Nacional de Estadística del año 2021, el mercado del turrón (que incluye el propio turrón, yemas, mazapanes y derivados) produjo 28.825 toneladas con un valor de mercado de casi 230 millones de euros.
De toda esa producción, un 20% sale de nuestras fronteras en forma de exportación, mayoritariamente hacia el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Holanda y Estados Unidos.
Sin duda alguna, el mercado del turrón ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Innovaciones, nuevos tipos de producto, sabores y texturas nunca propuestas y las variedades clásicas que siempre funcionan son algunos de los pilares de este sector que da trabajo a miles de personas. Un mercado que ve en las exportaciones un gran aliado y que en los hogares de todos hace las delicias de grandes y mayores nada invierno.
Por cierto, ¿sabes por qué es típico este dulce por navidad y no en primavera o verano? Pues hay dos razones principales. Una tiene que ver con la tradición y otra con la naturaleza. La primera es que, desde sus orígenes, el turrón es un alimento caro de producir, pues no hay un gran excedente de sus materias primas. Es por tanto que las gentes de antes lo reservaban para ocasiones especiales, como la Navidad. La otra razón, la que tiene su base en los ciclos naturales, es que el almendro da su fruto a final del verano, lo que hace que sea en otoño cuando se disponga del ingrediente principal para su producción.
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