El verano es la estación en que puedes encontrar las frutas más grandes y jugosas, y es también el momento del año cuando más nos apetece comerlas , aunque estas deberían ser parte de nuestra dieta todo el año.
De junio a septiembre podrás disfrutar de cada fruta de verano en su momento óptimo. Sandía, melón, melocotón, nectarina, higos, fresas, mango, arándanos, ciruela, plátano, uva, son apenas algunas de las frutas que encontrarás en su mejor momento durante estos meses calurosos y alegres.
La sandía, fruta de verano por excelencia
Es una fruta originaria de África que actualmente se cultiva y se come en casi todo el mundo. En España florece entre mayo y junio y se encuentra en plena madurez 40 días después, aunque este año se ha podido encontrar desde mucho antes.
Además de ser una de las frutas más grandes del mundo, es extremadamente jugosa, con hasta un 90 % de agua, por lo que es sumamente refrescante y altamente recomendada en los días de mucho calor.
Esta enorme fruta de verano (se han cosechado sandías de más de 100 kg), es también rica en minerales como potasio, fósforo, hierro y magnesio; y en vitaminas A, B y C, y es otra fruta cuya presencia debemos a los árabes, que ya la sembraban en Córdoba alrededor del siglo X.
El melón
España se encuentra entre los diez mayores productores mundiales del melón que se cultiva sobre todo en Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Es otra fruta muy rica en agua (también cerca del 90 %, como la sandía), con un alto contenido de potasio, rica en vitamina C, betacarotenos y antioxidantes. También contiene vitaminas A, B1, B3, B6 y D.
Además de refrescar, se considera buena para combatir la acidez producida por el exceso de consumo de carne, y también se aconseja para aquellos que sufren de hipertensión. Y, por si fuera poco, es ideal para las mujeres y la limpieza del útero.
Melocotón y nectarina
Es una fruta jugosa que en España se siembra en la costa mediterránea, principalmente en Murcia y Lérida.
La nectarina es una variedad del melocotón y ambas son originarias de China. Su piel es muy rica en vitamina A, por lo que se recomienda comerla fresca y sin quitar la piel.
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Higos
España es uno de los mayores productores mundiales de higos, una fruta de verano que surgió en Oriente Próximo y llegó a la península ibérica gracias a los fenicios.
Podemos encontrar higos frescos en los mercados a partir de julio, y consumirlo al natural, seco, en mermeladas, ensaladas y diferentes postres.
Fresas
Es originaria de los Alpes, donde se conoce desde tiempos prehistóricos, aunque el fresón es resultado de la mezcla de dos especies americanas. Muchos consideran que las fresas silvestres tienen mejor sabor que las cultivadas, ¿y tú?
Sin embargo, las cultivadas también son ricas en hierro, magnesio y calcio; en antioxidantes y en vitaminas B, C y K.
Mango
El mango en España se cultiva principalmente en Andalucía y Canarias, y tiene su mejor momento para el consumo finalizando el verano, aunque puedes conseguir mango importado todo el año.
Lo que la hace perfecta para el verano es que se trata de una fruta dulce y jugosa, con un toque ácido.
Es una fruta asiática estrechamente asociada a la India, que actualmente se consume en gran parte del mundo, fresca generalmente, y como parte de ensaladas e innumerables platos de la gastronomía mundial, aunque se relacione principalmente con la cocina asiática.
Arándanos
En España las principales zonas de cultivo de esta fruta se encuentran en Galicia, Asturias y el País Vasco. Estas frutas son originarias del norte del hemisferio norte, y han sido parte de la dieta de los pueblos del Ártico desde tiempos inmemoriales.
El arándano es rico en vitaminas A, B y C, en potasio y en compuestos con propiedades antibacterianas.
Es una fruta deliciosa, que se aconseja comer al natural y entera, para aprovechar sus beneficios, que se puede tomar en zumo y que es asiduo ingrediente en cócteles de verano.
Ciruela
En España existen más de 200 variedades, y es la fruta de verano por excelencia, ya que los mejores meses para consumirla son julio, agosto y septiembre. Su origen parece haberse producido en una zona que abarca parte de las actuales Turquía e Irak, y desde allí la planta habría sido distribuida por los romanos.
Además de consumirse frescas, se usan para preparar mermeladas, para añadir al yogur, en distintas salsas para platos salados, etc. Otra de las formas más comunes de consumirla es desecada, es decir, como ciruela pasa.
Plátano
El 99,9% de los plátanos producidos en España se cultivan en Canarias, y se consiguen todo el año, por lo que también se consumen con muchísimo gusto en verano.
Es una fruta que se puede tomar fresca, en ensaladas de frutas, como acompañante en cereales y helado, como compota y como batido. Hay variedades que se pueden freír y que se pueden hornear caramelizadas.