Enero es el mes de los roscones de reyes, de los regalos, de la cuesta y de las rebajas. Y también de los retos, autoconvicciones o coloquialmente hablando: propósitos.
Los propósitos de año nuevo son tan típicos como el turrón en Navidad. Un elemento esencial en nuestra tradición y que tiene la costumbre de ser bastante efímera, pues la mayoría de estos retos no se llega a cumplir.
Dejar de fumar, hacer más deporte o estudiar inglés son algunos de los propósitos más clásicos y usados a lo largo de las últimas décadas. En toda casa española hay alguien que a finales de año recapacita sobre cómo han ido los meses anteriores y se propone a sí mismo un cambio de hábito.
La importancia de la salud
Sobra decir que tanto dejar de fumar como hacer deporte son dos elementos fundamentales para conseguir tener unos hábitos de vida más sanos. Pero hay más, hay muchos más. Todo el mundo puede mejorar su día a día en relación a la salud.
Y es que cuidarse a uno mismo es importante. Tanto a nivel físico como psicológico. Es importante recalcar esto porque muchas veces obviamos la parte psicológica de las acciones que tomamos día a día y su efecto en nuestro estado de ánimo.
La comida y las emociones siempre han estado unidas, otra cosa es que seamos conscientes de ello. Cualquier alimento que tomemos nos influye psicológicamente y, como bien tratamos en el episodio sobre El cuidado de los hábitos alimenticios y su importancia en nuestro día a día con Tamara Arias nuestro podcast Queremos ayudarte!, es importante conocer nuestros sentimientos y carencias afectivas para que no nos afecte a la hora de comer.
En una sociedad cada vez más individualizada y solitaria, conviven tendencias alimentarias cada vez más enfocadas a comidas precocinadas, alimentos hipercalóricos y una sobrealimentación constante.
Tenemos que valorar mejor la salud. Porque sin ella no importa el trabajo, el dinero o el ocio. Como es un elemento de suma importancia, hay que actuar en consecuencia y hacer que nuestros hábitos sean más saludables.
En busca del bienestar
Bienestar es una preciosa palabra. Un término que procede de la unión de dos palabras del latín “bene” y “stare”.
El enfoque actual del bienestar no es similar al que había hace pocos años. Antes se asociaba más con la ausencia de enfermedades, pero hace varias décadas, una apuesta de la Organización Mundial de la Salud hizo cambiar el término e incluir elementos físicos, sociales y emocionales, más allá de esa ausencia de enfermedades.
Los últimos años han sido duros en muchos aspectos y los efectos de la pandemia por COVID-19 aún se ven en nuestra sociedad. Ya no solo hablamos de la enfermedad que todavía se contagian, sino por los efectos psicológicos que provocó la pandemia. Era la primera vez que nuestra sociedad moderna, industrializada, digitalizada y virtual se enfrentaba a algo así.
En las próximas décadas se estudiará más en profundidad los efectos psicológicos que produjo los efectos derivados de esta anómala circunstancia en las personas. Pero, de momento, no se puede negar que nuestro bienestar se ha visto fuertemente influenciado por este tema.
“Como cada enero, las personas buscan en el inicio del año la motivación para cambiar sus hábitos. Normalmente están vinculados a la salud, concretamente a mejorarla. Pero la evidencia es más que palpable: pocos propósitos de año nuevo se cumplen a largo plazo.”
Los propósitos para mejorar la salud este 2023
Volviendo a los retos que nos proponemos a nosotros mismos en todo comienzo de año, el que más se repite es el de hacer más deporte.
El deporte nos ayuda tanto para potenciar la salud física como la mental. Con entrenamiento, en cualquier disciplina, se mejora la forma física y la resistencia, así como la flexibilidad y la potencia de nuestros músculos, articulaciones, tendones y ligamentos.
Practicar algún tipo de ejercicio físico de manera regular también puede ayudar a regular la presión arterial y reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Pero también es un elemento esencial para nuestra salud mental. Hacer deporte nos libera de los nervios y del estrés del trabajo o de nuestra vida personal. Es un momento de concentración y de esfuerzo físico importante y nuestro cerebro se libera de cargas. Se activan las hormonas de la felicidad, se potencia la memoria de manera increíble.
Un elemento importante que también dejamos muchas veces de lado es la salud mental. Debemos de tener en cuenta que muchos de los problemas que podemos tener son derivados de aspectos psicológicos. Como no se ven a simple vista, la sociedad no lo valora igual que una pierna rota o cualquier otra lesión física, pero los efectos pueden ser mucho peores que cualquier tipo de problema tangible. La educación en estos temas es fundamental y los profesionales de la salud mental son el mejor remedio para este tipo de problemas. Hay que dejar de lado los tabús y los prejuicios por este tipo de cuestiones.
En definitiva, podemos decir que 2023 tiene que ser para muchos un año en el que la salud, tanto la física como la psicológica, sea la prioridad.