Cepillar a tu perro debe entrar dentro de sus hábitos periódicos de higiene para el perro y para tu propio hogar. Cuando no cepillas a tu mascota de manera habitual consigues que el animal acumule una enorme cantidad de pelo muerto y sea presa fácil para los parásitos. Para evitarlo puedes convertir la hora del cepillado en un momento de diversión para mascota y dueño.
Haz que tu perro sienta que ese es su momento spa del día y ayúdale a que su manto reluzca sano y limpio.
El cepillado del perro con regularidad
Este hábito de higiene del perro debes comenzarlo desde cachorro, así conseguirás que llegue a percibirlo como una experiencia agradable. También previenes la aparición de pulgas y garrapatas y repartes su grasa por todo el cuerpo.
Un cepillado regular elimina el olor del animal y evita que el suelo de tu casa se vea cubierto de pelos, sobre todo durante las épocas de muda. Puedes cepillar al perro diariamente durante cinco minutos, aunque todo dependerá de su tipo de pelaje.
Cuidado con los arañazos
Debes tener mucho cuidado con los instrumentos que utilizas. En el mercado existen numerosos tipos de cepillos, peines o, como en el caso de Tandy, unas cardas que no dañan la piel del animal y evitan los arañazos.
El cepillado del perro de pelo corto
Lo habitual es que pases el cepillo por su piel dos veces seguidas en la dirección del pelo. Hazlo de manera suave y eliminarás los enredos. A continuación debes realizar un cepillado a contrapelo. Hazlo ahora con un poco más de energía. Estarás masajeando su piel, contribuyendo a que desaparezcan las células muertas y activando su circulación.
Podrás finalizar la sesión con un último cepillado que siga la dirección natural del pelo y así quedará con un pelaje bonito y bien peinado.
El cepillado del perro de pelo medio
Para estos animales necesitarás un peine capaz de deshacer los nudos antes de proceder al cepillado. Evita los tirones. A continuación, usa un cepillo con una cerda un poco más larga o una carda de púa corta.
El cepillado del perro de pelo largo
Antes de comenzar con el cepillado, quítale todos los nudos a tu mascota. Sírvete de una tijera de vaciar y un peine. Luego debes humedecer someramente su manto y proceder con un peine de púas largas.
Si lo peinas a contrapelo, hazlo con mucho cuidado. Como el cepillado también servirá de peinado, procura ir tomando mechas pequeñas. Hazlo muy suavemente y procura evitar los tirones.
El cepillado del perro de pelo rizado
Debes usar un peine con púas con puntas romas y separadas. Esto te permitirá trabajar sin tironear al animal. Primero tendrás que quitar los enredos; hazlo con tijeras para continuar con un cepillado suave a contrapelo. Así no acumulará electricidad estática y el rizo no correrá peligro. Termina con un cepillado a favor del pelo.
No solo es por estética, también por la higiene del perro
No olvides que la práctica de cepillar a tu perro debe incluirse en la rutina de higiene del animal y, con ella, conseguirás un perro más sano y con mejor aspecto.