A veces, necesitas una comida rápida y fácil, pero eso no significa que deba ser aburrida. Mejorar la comida precomprada puede ser sencillo y delicioso.
Puedes darles un toque personal a las sopas preelaboradas añadiendo ingredientes frescos como espinacas, champiñones o trozos de pollo asado. Otra opción es añadir un poco de cilantro o perejil fresco picado para realzar el sabor.
Además, unos cuantos croutons caseros o un chorrito de aceite de oliva virgen extra pueden transformar una sopa simple en una experiencia culinaria más completa y satisfactoria.
Platos principales: transforma tus comidas prehechas
Las comidas precocinadas pueden ser una excelente base para platos más elaborados. Por ejemplo, una lasaña precomprada puede convertirse en un plato espectacular si añades algunos ingredientes extra.
Añade espinacas frescas y un poco de mozzarella rallada antes de hornear. También puedes incluir una capa de champiñones salteados para darle más sabor.
Puedes darle tu toque personal a una pizza congelada añadiendo ingredientes de tu elección, como pepperoni, pimientos, cebolla roja o aceitunas. Un toque de albahaca fresca al salir del horno le dará un toque gourmet.
Si prefieres algo más rápido, los platos de pasta precocinados también pueden beneficiarse de algunas adiciones. Incorpora una cucharada de pesto recién hecho o un poco de salsa de tomate hecha en casa para intensificar el sabor.
También puedes incorporar verduras asadas como calabacín, berenjena o pimientos para un toque mediterráneo. Termina con un poco de parmesano rallado y albahaca fresca para un resultado que parecerá salido de un restaurante.
Aperitivos y entrantes: mejora tus compras rápidas
Los aperitivos precocinados pueden ser un buen punto de partida. Las croquetas congeladas, por ejemplo, pueden transformarse con una simple salsa casera. Intenta preparar una salsa de yogur con ajo y perejil para acompañar como dip.
Las patatas fritas de bolsa también pueden tener un giro interesante. Dispón las patatas en una bandeja de horno y espolvoréalas con queso rallado y trozos de bacon. Hornéalas hasta que el queso esté fundido para disfrutar de unas deliciosas patatas gratinadas.
Otra idea es darle un giro a los nuggets de pollo congelados. Puedes hacer una mezcla rápida de miel y mostaza para mojarlos, o preparar una salsa barbacoa casera con ketchup, miel, y un toque de salsa Worcestershire.
También puedes servirlos sobre una cama de lechuga fresca, tomates cherry y cebolla morada para convertirlos en una ensalada crujiente y deliciosa. Así, transformarás un simple aperitivo en un entrante más completo y sabroso.
Guarniciones: acompaña tu comida preelaborada
Acompañar la comida precomprada con guarniciones caseras puede marcar la diferencia. Un arroz blanco puede volverse más interesante si lo salteas con un poco de ajo y perejil.
Las verduras al vapor congeladas pueden mejorar si las pasas por la sartén con un poco de aceite de oliva y especias. Intenta añadir un toque de limón y pimienta para darles más vida.
Otra opción es transformar un puré de patatas instantáneo. Incorpora queso crema, ajo en polvo y cebollino recién picado para conseguir un sabor más suave y cremoso. Si prefieres algo con más textura, mezcla el puré con trozos de bacon crujiente y queso cheddar rallado.
También puedes incorporar un toque de nuez moscada para un aroma más cálido y acogedor. Estas pequeñas adiciones harán que tus guarniciones brillen junto a cualquier plato principal.
Postres: endulza tus platos precocinados
Incluso los postres precocinados pueden ser mejorados con pequeños trucos. Un flan de supermercado puede servirse con frutas frescas como fresas o kiwi cortados en rodajas.
Otra alternativa es servir un brownie caliente junto con una bola de helado de vainilla y un chorrito de sirope de chocolate. Este pequeño cambio convierte un postre sencillo en una delicia irresistible.
Recetas internacionales: dale un giro global a tu comida comprada
A veces, basta con un toque internacional para mejorar la comida precomprada. Si tienes una pasta carbonara precocinada, añade unos espárragos salteados y un poco de parmesano rallado por encima.
Para un toque asiático, puedes mejorar unos rollitos de primavera congelados con una salsa de soja, miel y jengibre. Incluso una simple sopa de pollo enlatada puede transformarse con un poco de curry en polvo y leche de coco para un toque tailandés.
Otra opción es añadir guacamole fresco a unos nachos de bolsa. Mezcla aguacate, tomate, cebolla y limón para hacer un guacamole rápido y delicioso.
La clave está en ser creativo y no tener miedo de experimentar. Con estos pequeños cambios, puedes transformar cualquier comida precomprada en un plato delicioso y personalizado.