La cocina de aprovechamiento consiste simplemente en una utilización más eficiente de los ingredientes e insumos con los que cuenta habitualmente una cocina.
También es el modo de llamar al reciclaje de las sobras de otros platos preparados durante la semana: la carne, el arroz, frutas y vegetales que no se consumieron el día previsto, y que se encuentran en distintos tápers en la nevera.
No es raro que estos restos permanezcan un tiempo en la nevera, una o dos semanas, y eventualmente, ante la duda, terminen en la basura.
Importancia de la cocina de aprovechamiento
Es también una manera de proteger al medio ambiente, al no favorecer el despilfarro de productos animales y vegetales que han requerido para su generación el uso de grandes cantidades de agua, de recursos del suelo, así como el consumo de combustibles fósiles.
Y es una actitud económica responsable en tiempos de inflación, y que puede favorecer la economía doméstica, al reducir el coste del mercado gracias a un mejor aprovechamiento de los productos que has adquirido.
Por último, pero no menos importante, la cocina de aprovechamiento es también una manera de variar el menú semanal con nuevos platos hechos con los mismos ingredientes y reciclando las sobras de otras preparaciones.
Algunas ideas para aprovechar frutas y vegetales
Pasa con frecuencia que terminas de hacer una receta y quedan sobre la encimera media cebolla, un cuarto de zanahoria, parte de un repollo, medio limón, o un limón sin cáscara, cuando ha sido usado solo para ralladura.
Estas sobras vegetales eventualmente pasan un tiempo en la nevera y luego, varios días después, se descartan.
Sin embargo, son muchas las cosas que puedes preparar con estos restos de vegetales. Por ejemplo: puedes cortar el resto del repollo en trocitos, agregar la zanahoria rallada y exprimir encima ese medio limón, con lo que obtendrás una ensalada de repollo con zanahoria, perfecta como acompañante en una comida saludable.
Otra forma de hacer cocina de aprovechamiento con esas frutas que están a punto de perderse por estar demasiado maduras es hacer mermeladas utilizando también esa reserva de azúcar que siempre tienes en la despensa.
Si las frutas que están muy maduras son tomates, puedes preparar salsas, esta vez aprovechando la sal y otros ingredientes siempre presentes en la cocina, como el ajo y el orégano, y conservarla en el congelador hasta que vayas a usarla en la preparación de una pasta.
También puedes usar los restos de salsa de tomate como un ingrediente en la preparación de garbanzos, frijoles negros o lentejas.
Si te han quedado trozos de brócoli, zanahorias, pimientos, etc., puedes utilizarlos como ingredientes en la preparación de un salteado de pollo o de carne. Si tienes berenjenas, puedes improvisar un guiso de vegetales o, para decirlo de forma más elegante: una ratatouille.
Si hablamos de una cocina de aprovechamiento más radical encontrarás que puedes aprovechar las cáscaras de naranjas, calabacines, patatas y plátanos, entre otras. Con la de naranja puedes hacer mermeladas y dulces espectaculares.
Con las cáscaras de calabacines y patatas puedes hacer chips, friéndolas en abundante aceite después de lavarlas y limpiarlas muy bien.
Las cáscaras de plátano se pueden hervir o comer secas. Son perfectas para aquellos que practican deportes de alto rendimiento, para los que tienen problemas para dormir o quieren mejorar la digestión. Estas cáscaras son ricas en potasio, magnesio y vitaminas B-6 y B-12. Tienen también un alto contenido de fibras.
Las sobras no son el final, sino el principio de otro plato
Las sobras de carne y pescado, aquello que no se consumió durante una comida, si no fue tocado por ningún comensal, tiene derecho a una segunda oportunidad, y es lo que son las croquetas.
Solo necesitas harina, leche, pan rallado y huevos para tener un nuevo plato con las sobras de carne y pescado.
Otra manera de reutilizar la carne es cortándola en trozos e incorporarla como ingrediente en la preparación de pizzas.
Carne, pollo y pescado ya preparado pueden ser parte de un salteado, o los ingredientes perfectos de unas empanadillas originales.
Cosas que hacer con huevos y arroz
El arroz es el alimento sobrante por excelencia, que puede aprovecharse de distintas maneras, y el huevo, el ingrediente más usado para reciclar comidas.
De hecho, un arroz con un huevo encima es un conocido plato cubano, y mezclando huevo, arroz, harina y azúcar o miel puedes preparar unas tortitas fritas o a la plancha con las que pueden merendar los niños, o servir de acompañante en una cena.
Una buena tortilla puede ser el verdadero final de muchas sobras que le darán un sabor distinto cada vez que la hagas.
El arroz sobrante puede servir también para hacer después un arroz frito chino o un nasi goreng (arroz frito indonesio). Además, puedes usarlo como parte de un relleno en pimientos y calabacines, o en forma de ensalada de arroz.
Y esto es solo una ínfima parte de lo que puedes hacer con este cereal.
Como ves, es más que probable que ya practiques la cocina de aprovechamiento e incluso tengas varias recetas originales, o que sean parte de tu tradición familiar. Aquí esperamos haberte inspirado algunas nuevas ideas.