¿Por qué la alimentación para la astenia primaveral puede ayudarte a evitar los síntomas de este trastorno? No dudes en leer los siguientes apartados para conocer la respuesta a esta pregunta y mejorar tu estado de salud.
¿Qué es la astenia primaveral?
Es la reacción de tu organismo al intentar adaptarse a los cambios que trae esta estación del año. El aumento de las horas de luz y de la temperatura provoca que el reloj biológico necesite ciertos ajustes que no siempre son fáciles de llevar a cabo.
¿Cuáles son los síntomas de la astenia primaveral?
Es importante reseñar que afecta a más del 50 % de la población que experimenta los siguientes síntomas:
• Insomnio.
• Cansancio durante toda la jornada.
• Ansiedad e irritabilidad.
• Problemas para concentrarse.
• Descenso del deseo sexual.
• Dolor de cabeza.
• Alteraciones en el apetito.
¿Cuáles son las causas de la astenia primaveral?
Es más que probable que hayas pensado, en más de una ocasión, que los síntomas anteriores son producto de algún tipo de alergia, pero no es así. Las causas más comunes de la astenia son las siguientes:
• El cambio horario (recuerda que hay que adelantar el reloj una hora, por lo que experimentas una especie de jet lag que puede alargarse durante unas semanas).
• La alteración de la rutina. Las horas de luz inciden en lo que haces. Tu cuerpo llevaba varios meses acostumbrado a una rutina con una luz determinada, pero al inicio de la primavera todo cambia. Te apetece más salir, el tipo de ocio es distinto, cambia tu alimentación y tu organismo necesita adaptarse progresivamente a todos estos cambios.
Pensar que todo esto no tiene importancia y que puede superarse sin problemas no es del todo cierto.
Síntomas internos de la astenia primaveral
Los síntomas externos arriba indicados están directamente relacionados con otros internos que revisten mayor gravedad como los que ahora te comentamos:
• La alteración de los niveles hormonales. Al desequilibrarse el nivel de serotonina te será más complicado comenzar a dormir. El aumento de cortisol destruye el tejido muscular y provoca que subas de peso. Las endorfinas, encargadas de paliar el dolor y el cansancio, también se ven alteradas, por lo que es habitual que te sientas sin energía y sin ganas de hacer nada.
• El cambio del ritmo biológico. Para entendernos, es como si de conducir un Fórmula 1 con todo perfectamente ajustado pasaras a conducir un coche con 100.000 kilómetros de hace 20 años. Tu cuerpo no entiende lo que sucede y necesita un tiempo prudencial para amoldarse a la nueva situación.
Sin embargo, no hay motivo para ser pesimista. Tal y como ahora te contamos, la dieta puede ser tu mejor aliada para evitar estos síntomas.
¿Cómo debe ser la nutrición en primavera?
Variada, equilibrada y saludable. Aunque no lo creas, cuanta menos cafeína consumas, mejor, ya que lograrás que tu cuerpo obtenga la energía necesaria de lo que comas. Y no olvides añadir a tu dieta los siguientes alimentos.
Marisco
En ocasiones, los niveles bajos de vitamina B12 pueden provocarte esa sensación de cansancio y de no tener ganas de hacer nada. Además, contiene fósforo, por lo que mejorarás tu concentración más fácilmente.
Cítricos
Naranjas, mandarinas, limones y kiwis te aportan una interesante cantidad de vitamina C y de antioxidantes (imprescindibles para reforzar tu sistema inmunitario). Su contenido en fibra te ayudará a regular el tránsito intestinal fácilmente.
Carnes magras
Especialmente las de ave. Aportan vitamina B12, proteína animal y los nutrientes necesarios para que tu cuerpo no ceda ante el cansancio. Prepáralas mejor a la plancha para que mantengan sus propiedades.
Plátano
Aporta potasio, un mineral que te ayuda a recuperarte del cansancio, fibra, minerales y vitaminas. Su alto contenido en triptófano ayudará a tu cuerpo a crear serotonina, la hormona que te hará sentirte mejor y con ganas de afrontar tu rutina diaria.
Frutos secos
Las almendras, las avellanas y las nueces te aportan también triptófano, por lo que lograrás no solo vencer la típica tristeza primaveral, sino también conciliar el sueño más fácilmente.
Pescado azul
A más Omega 3 en tu cuerpo, menos colesterol y menos capacidad para desarrollar una depresión. Las sardinas, el salmón o el atún son solo tres ejemplos saludables.
Maca
Quizá no sea demasiado conocida en España, pero es infalible para la astenia porque incide en los niveles de serotonina, por lo que te sentirás mucho mejor y más fuerte.
Espinacas
Aportan hierro y ácido fólico, dos nutrientes que necesitas para dejar el cansancio a un lado.
Polen
Una cucharadita al día diluida en un zumo natural o en leche es suficiente. Contiene vitaminas, minerales y antioxidantes que protegerán tu salud con eficacia.
Kéfir
Puedes encontrarlo fácilmente en tu supermercado. Es un probiótico de alta calidad que te ayudará a equilibrar la flora intestinal. Hay estudios médicos que confirman que las alteraciones en el aparato digestivo son habituales por el cambio de dieta en primavera. No dudes en tomarlo a diario para regular el tránsito intestinal.
Avena
Puedes cambiar los cereales de siempre por copos de avena. Aparte de un sabor muy agradable, equilibran muy bien la energía almacenada para que nunca más seas víctima del cansancio.
Modifica tu dieta
Ahora que ya sabes cuál es la mejor alimentación para la astenia primaveral, ¿vas a cambiar tu dieta para superarla con éxito? Seguro que sí; notarás la diferencia si introduces estos cambios una semana antes del cambio de tiempo. Atrévete y sorpréndete con los resultados.